inexistencia de una cultura de la defensa de los intereses empresariales.
Junto con el advenimiento de las nuevas democracias partícipes de la economía de mercado y del proceso de globalización, las empresas y los gobiernos han manifestado una voluntad de cambio. Tras sacar enseñanzas de la evolución post-Ronda Uruguay, los representantes de las empresas y los gobiernos de todos los países comienzan a ponerse de acuerdo en que la movilización empresarial es indispensable para lograr ventajas en las negociaciones de la OMC.
Vital aporte empresarial
Un participante en la reunión de "Empresas para Cancún" organizada en África Meridional dijo: "Las jóvenes democracias y las nuevas economías de mercado tienen que aprender a defender los intereses de las empresas. Y para que éstas contribuyan al diseño de las estrategias nacionales de negociación, deben estar bien informadas."
En general, la opiniones de todos los participantes eran similares: "los propios gobiernos no saben qué piensan los actores económicos ni qué es lo mejor para ellos, y por ende no logran negociar como corresponde", o "los conocimientos de la realidad económica no se encuentran en los ministerios, sino en las empresas." Algunos se refirieron a la incomunicación entre el sector empresarial y las autoridades, que a veces practican una opacidad deliberada.
Otra dificultad reside en las diferencias de lenguaje y de cultura de trabajo que se observan entre las autoridades y los círculos empresariales: "La administración habla sobre todo de obligaciones, y su tiempo se mide en años, mientras que las empresas se refieren a la búsqueda de soluciones en plazos de semanas o, a lo sumo, de meses." Los participantes confirmaron que la defensa de los intereses empresariales a nivel regional e internacional es inexistente o mínima en el mundo en desarrollo.
Comercio de bienes y servicios
En las reuniones de "Empresas para Cancún" quedó claramente establecida la absoluta necesidad de que las empresas participen en las negociaciones, desde un principio. Las razones son obvias, como, por ejemplo, que no hay nadie mejor calificado que un exportador para indicar cuáles son las barreras de acceso a los mercados extranjeros. Dado que no dedican un poco de tiempo y energía a consultar a las empresas - por ejemplo, cuando preparan las solicitudes de reducción de obstáculos destinadas a los gobiernos extranjeros, o las respuestas a este tipo de solicitudes -, los negociadores corren el riesgo de adoptar posturas poco viables, que no tienen cabida en "el mundo real".
También se puso de relieve que la defensa colectiva de intereses suscita una reacción positiva de los gobiernos. En los países desarrollados, las autoridades han llevado a cabo extensas consultas con las empresas interesadas en previsión de las negociaciones del Acuerdo General sobre el Comercio de Servicios.
La existencia de agrupaciones influyentes facilita el diálogo con las autoridades: la Coalición de Industrias de los Servicios, en Estados Unidos, y el Foro Europeo de Servicios (ESF), en la Unión Europea (UE), recopilan y comunican importantes informaciones para las negociaciones de la OMC.
El ESF representa a las industrias del sector de toda la UE. Entre sus miembros figuran 36 federaciones sectoriales y 50 empresas internacionales, que cubren un amplio espectro de servicios: banca, seguros, telecomunicaciones, correos y mensajería, aviación, transporte marítimo, turismo y hotelería, distribución minorista, preparación de comidas, servicios jurídicos, contabilidad, consultoría de gestión, arquitectura, ingeniería, encuestas, servicios para tecnologías de información, edición, medios audiovisuales, servicios de energía y servicios medioambientales. Los documentos básicos sobre la negociación del acceso a los mercados y establecimiento de normas pueden descargarse del sitio web del ESF (http://www.esf.be).
¿Qué ha hecho la empresa?
¿Es la falta de participación de las empresas en las negociaciones comerciales la causa de los problemas con que tropieza la aplicación de los acuerdos comerciales en muchos países? Sería interesante saber en qué medida ocurrió esto con los acuerdos de la Ronda Uruguay en los años 1990. ¿Por qué, por ejemplo, tantos gobiernos han renegociado la aplicación del Acuerdo sobre las Medidas en materia de Inversiones relacionadas con el Comercio? ¿Acaso ha sido porque no consultaron oportunamente a las empresas - como los fabricantes de componentes de automóvil - sobre las repercusiones que tendría la eliminación de las medidas de protección en el plazo fijado por el Acuerdo?
Muchos participantes en las reuniones de "Empresas para Cancún" se refirieron a la influencia de las empresas en los países industrializados, donde promueven sus intereses con tanto vigor que a veces los gobiernos actúan como sus portavoces en las negociaciones, sin aplicar un filtro político adecuado. Citaron concretamente los casos de la agricultura y del Acuerdo sobre los Aspectos de los Derechos de Propiedad Intelectual relacionados con el Comercio.
Evidente necesidad de cambio
Las empresas y los gobiernos de los países en desarrollo y en transición están cada vez más interesados en crear una infraestructura y una cultura de fomento empresarial. Los interlocutores del CCI están estudiando modelos de 'mejores prácticas' utilizadas en otros países: "¿Qué instituciones participan?", "¿Cómo se armonizan los distintos intereses?", y "¿Cuáles son las técnicas básicas del fomento empresarial?"
Cómo defender los intereses empresariales
No existe una receta única para crear una infraestructura y una cultura de fomento empresarial. Se trata más bien de un proceso que depende de los medios que ya hay en un país, como su ordenamiento y tradición jurídicos, la estructura del Estado y la fuerza de los gobiernos locales. Con todo, hay algunas cuestiones 'genéricas' que se deben tomar en consideración:
Sensibilización de las empresas. Para comprender cabalmente el valor de la participación en actividades de fomento empresarial en el ámbito comercial, hay que conocer la forma en que el sistema de la OMC afecta los intereses de las empresas. La difusión de esta información puede efectuarse mediante reuniones especiales, grupos de discusión y mesas redondas organizadas por las asociaciones empresariales y las instituciones de apoyo al comercio.
Un estímulo para el sistema comercial
El fomento empresarial sería un estímulo para el sistema multilateral de comercio en todos los países. Hoy predomina una situación de desequilibrio. En los países desarrollados, las poderosas organizaciones empresariales respaldan a los negociadores oficiales, lo que facilita su actuación en la OMC y la puesta en práctica de los compromisos que los gobiernos allí asumen.
Los países en desarrollo, en cambio, están perdiendo algunas oportunidades importantes, debido a la falta de mecanismos y de una cultura de fomento empresarial. Estas carencias son un peligro para el buen funcionamiento del sistema multilateral de comercio. Para corregir tal situación, los sectores empresariales de los países en desarrollo y en transición, y también en el mundo desarrollado, deben convertirse en actores de pleno derecho en el actual sistema multilateral de comercio. Como dijo en un debate electrónico un ex representante de Trinidad y Tabago ante la OMC, "el fomento empresarial se aborda a veces como una de las muchas opciones que tendrían los empresarios de los países en desarrollo. En realidad, es la única opción para influir sobre las políticas".
Una buena defensa de los intereses empresariales es el resultado de la acción conjunta de las propias empresas, los gobiernos y las organizaciones internacionales competentes. ¿Por qué no empezar desde ya? Después de todo, los ministros adoptaron en Doha un 'programa para el desarrollo'.
Reuniones regionales de "Empresas para Cancún"
El CCI impulsó las reuniones de "Empresas para Cancún" con el fin de ayudar a los países en desarrollo y las economías en transición a prepararse para negociar en la Conferencia Ministerial de la OMC de Cancún (México). En cada reunión se congregaron dirigentes de empresa y negociadores en la OMC de los países de una región dada, para analizar los preparativos nacionales con miras a la Conferencia de Cancún. En dichas reuniones se ayudó a las empresas a formular contribuciones para reforzar los planes de negociación de sus respectivos gobiernos.
En 2003, el CCI organizó reuniones para las siguientes regiones y agrupaciones de países: