El tallado de piedras preciosas y la joyería son tradiciones muy vivas en Sri Lanka, gracias a la pericia y la experiencia transmitidas de generación en generación por abnegados artesanos. El país lleva más de cinco siglos exportando piedras preciosas a Europa.
El sector de la producción y comercialización de joyas es importante, pues emplea entre 3% y 5% de la fuerza de trabajo, sobre todo, en la región sudeste, rica en minas de piedras preciosas. En 1997, el Gobierno comenzó a aplicar medidas con miras a que el país se convirtiera en centro regional de tallado de gemas, creación de joyería y comercio del oro.
En los 20 últimos años, los proyectos de asistencia técnica contribuyeron a que Sri Lanka exporte productos de joyería acabados, principalmente de plata. Sin embargo, las ventas a Alemania, principal mercado de exportación, disminuyeron.
El Consejo de Desarrollo de Exportaciones de Sri Lanka recibió el encargo de establecer una campaña de comercialización de piedras preciosas y joyería. Junto con el CCI y la Comisión Europea, en octubre de 2005 puso en marcha un proyecto bienal para exportar joyería a mercados de la Unión Europea. Mediante un programa piloto, se ayuda a 11 empresas a conocer las últimas tendencias, producir piezas que cumplan con las especificaciones técnicas que varían de un mercado a otro e introducir nuevas colecciones en un mercado europeo más amplio.
"Todas diseñaban y fabricaban buenas joyas, pero que no correspondían a las últimas tendencias ni estaban a tono con el mercado", dice Walter Schröder, diseñador de joyería, experto técnico y consultor internacional del proyecto, que tiene 19 años de experiencia en el sector de piedras preciosas y joyería de Sri Lanka.
Al día con las últimas tendencias
En la joyería, las tendencias evolucionan constantemente. Por ejemplo, en este momento, los clientes prefieren pendientes exóticos a los diseños cuadrados más sencillos que las empresas de Sri Lanka exportaban al mercado alemán. "Esta tendencia comienza a despuntar en Alemania, pero ya tiene mucha fuerza en el Reino Unido, España y otros países europeos, donde se prefiere una joyería de diseño más divertido", afirma el Sr. Schröder. En cuanto a los colores, las tendencias también varían. Ahora están de moda las gemas rosa y azul oscuro, y piedras semipreciosas como la peridotita verde y la citrina dorada. El Sr. Schröder colaboró estrechamente con los diseñadores de las empresas para informarles de las últimas tendencias y ayudarles a adaptar sus diseños. Junto con un experto en diseño y dos en producción, también asesoró sobre la mejor manera de preparar y presentar las colecciones.
El resultado es una bella colección de joyas de plata -pendientes, broches, anillos, pulseras y gargantillas- que traduce el talento creativo de los trabajadores del sector y los recursos del país en piedras preciosas.
Casi todas son pequeñas y medianas empresas familiares que emplean entre cuatro y 20 personas. Cada una cuenta con un diseñador fijo o temporal, prerrequisito para participar en el proyecto.
"Queríamos asegurarnos que la experiencia y el conocimiento adquiridos quedaran incorporados en las empresas locales, lo que garantizará la continuidad, una vez terminado el proyecto en 2007", explica el Sr. Schröder.
Sri Lanka busca nuevos mercados de exportación a Europa. Un proyecto conjunto
del CCI y la Unión Europea ayuda a empresas de joyería del país a perfeccionarse
para que estén al tanto de los últimos diseños, cumplan con diferentes normas
técnicas y vendan a nuevos compradores.
© W. Schroeder
Cumplimiento de las especificaciones técnicas
Sri Lanka es reputada por cumplir con los estándares de calidad internacionales, pero en la joyería, las especificaciones técnicas varían. Por ejemplo, el tornillo de mariposa de un pendiente tiene que ser más grueso para el mercado alemán que para el británico. Las normas sobre los cierres de broches también difieren. La joyería de oro debe llevar un sello que indica que cumple con los estándares internacionales. Por lo general, los joyeros de Sri Lanka disponen de la capacidad técnica necesaria para cumplir con todas esas normas, pero carecen de información sobre los requisitos propios a cada mercado. Tras un periodo de formación e información, cada una de las empresas creó diseños nuevos. Los consultores técnicos y de diseño del proyecto examinaron los dibujos preliminares y, luego, cada empresa pasó a producir unos 40 diseños.
Pruebas en nuevos mercados
En el marco de la campaña de comercialización, los consultores del proyecto hicieron una encuesta de mercado en Alemania, España y el Reino Unido. Walter Schröder también estudia los mercados de Europa oriental donde no se conocen demasiado los productos asiáticos, en particular, de países pequeños como Sri Lanka. En marzo, la visita a la exposición Carat en Budapest, Hungría, dio lugar a cinco pedidos por un total de €11.000. "Las joyas suscitaron entusiasmo y se mostraron muy dispuestos a comprar", comenta el Sr. Schröder.
Una característica atractiva del sector de Sri Lanka es la flexibilidad de la producción. "Casi todos los otros centros de producción asiáticos buscan pedidos de grandes cantidades, pero aquí, los fabricantes son muy flexibles y están dispuestos a vender a pequeños o medianos importadores, la cantidad que quieran. Esto facilitará la exportación de las colecciones porque los compradores podrán hacer pruebas de mercado", afirma el Sr. Schröder.
En septiembre de 2006, representantes del sector visitaron la Feria Internacional de Joyería de Londres y la Feria de Otoño de Birmingham, Reino Unido. Tomaron contacto con unas 50 empresas. El Sr. Schröder indica que "cuatro empresas están muy interesadas" en las colecciones. Cinco representantes del sector de Sri Lanka viajaron a la feria comercial Iberjoya de Madrid, España. Actualmente, se hacen preparativos para presentar las colecciones en la exposición Carat de 2007.
Una larga historia
Las piedras preciosas de Sri Lanka tienen una larga historia. Según el Antiguo Testamento, en el siglo IX a. de C., el rey Salomón recibió obsequios de la reina de Saba, entre ellos, piedras preciosas procedentes de lo que hoy es Sri Lanka.
Se estima que casi 90% del territorio del país es un yacimiento potencial de piedras preciosas de las que existen más de 150 tipos, entre otros: zafiros incoloros y de varios colores; rubíes; aguamarinas, piedras de la luna; alejandritas; espineles; topacios; circonitas; peridotitas, citrinas y amatistas. En Sri Lanka hay más de 50 de esos tipos.
Para más detalles, diríjase a Marie-Claude Frauenrath, Asesora Adjunta de Promoción Comercial del CCI,
Dianna Rienstra, Redactora adjunta de Forum de Comercio escribió este artículo en colaboración con Natalie Domeisen, Marie-Claude Frauenrath y Prema de Sousa.