Las nuevas tecnologías trajeron aparejados cambios fundamentales en el mercado global de la música. La utilización de redes digitales como nuevos medios de promoción y distribución reduce las inversiones necesarias para producir, lanzar al mercado y distribuir música, y ofrecen a las pequeñas discográficas oportunidades sin precedente de vender sus productos a precios asequibles para los usuarios.
Ahora bien, en muchos casos, la piratería puede seguir prosperando en un contexto de métodos de distribución caros y arcaicos que en los países en desarrollo contrasta marcadamente con el bajo precio y la disponibilidad general de las copias pirateadas. De ahí que las ganancias sean esporádicas y dependan en gran medida de actuaciones en vivo, aun cuando la industria de la música contribuye significativamente a las cifras del empleo y el PIB.
Daba Sarr, coordinador de la Oficina de Exportación de la Música Africana (BEMA) de Dakar, Senegal, señala que los artistas africanos son contratados por las grandes firmas de Europa y Estados Unidos, o bien, tienen problemas para darse a conocer y sobrevivir. Con un volumen de ventas estimado entre $EE.UU. 875 millones y $EE.UU. 1.750 millones, la "música mundial" representa el 10 por ciento del mercado global de música grabada. A su vez, esta última representa casi el 25 por ciento de la industria musical a escala mundial (es decir, incluidas las ventas de música grabada y en vivo), que asciende aproximadamente a $EE.UU. 130.000 millones.
A pesar de ser la "cuna" de la música mundial, la mayor parte de los países en desarrollo no pueden ofrecer las capacidades de producción y promoción que esperan las estrellas ascendentes. De ahí que la mayoría de los ingresos sea canalizada a través de compañías de grabación de Europa y Estados Unidos, y muy pocos filtren a los países de origen. Por el momento, sucede lo mismo con el mundo en línea, pues las ventas de música en la web ofrecen un creciente flujo de ingresos a la industria musical, pero principalmente en países desarrollados.
Según la Federación Internacional de la Industria Fonográfica (IFPI por su sigla en inglés), en 2008 hubo más de 500 servicios musicales en línea disponibles en más de 50 países que generaron más de $EE.UU. 3.700 millones en ventas globales. Pero sólo el 8 por ciento de los servicios musicales en línea identificados por la IFPI es acogido por países en desarrollo. La nota positiva es que las compañías y los artistas de la música están empezando a explorar Internet como medio de obtener ingresos de fuentes tradicionales.
Por ejemplo, en los últimos años, Mali K7 (www.mali-music.com), compañía musical de Malí, sufrió una baja de ingresos debido a la creciente presión de la piratería musical. Al desvanecerse sus ingresos nacionales, Mali K7 tampoco puede apoyarse en las exportaciones, ya que esta empresa solamente exporta pequeños volúmenes de CD a tiendas especializadas, en su mayoría de Francia. Frente a esta situación, Mali K7 se percató que los servicios musicales en línea son el futuro de la industria y comenzó a vender pistas digitales a través de plataformas operadas en Europa, tales como www.mondomix.com "Estamos trabajando con empresas musicales en línea de Europa y es un buen segmento, pero nos gustaría ofrecer esas mismas pistas en nuestra propia página web. Tan sólo necesitamos tecnología, inversión y formación para aventurarnos en esta línea de negocios", explica P. Berthier, Director General de Mali K7.
Productores de otras partes del mundo en desarrollo afrontan problemas similares y dirigen su mirada a Internet con la misma esperanza. "Tenemos archivos de grabaciones etnográficas de música tayika. Sabemos que son de interés para amantes de la música amateur de Estados Unidos, por ejemplo, pero carecemos de la capacidad tecnológica para difundirlas por Internet", dice Sayfiddin Nazarzoda, Director del Instituto Rudaki de Tayikistán.
En Jamaica, la cuestión es un poco distinta. Aunque la música jamaiquina posee una de las identidades de marca más fuertes de la música global, no se considera la oportunidad de ingresos relacionados con Internet. "El valor añadido no tiene lugar en el negocio musical de Jamaica. Aunque somos conscientes del potencial de Internet para cambiar esa situación, lo vemos como una fruta madura que todavía no hemos recogido", dice Lisa Bell, Vicepresidenta de la Organización de Promoción del Comercio de Jamaica.
Habida cuenta de la brecha que existe entre la oportunidad y la realidad de los ingresos musicales en línea para los países en desarrollo, el ITC responde identificando métodos simples y rentables que permiten aprovechar el potencial de la distribución de contenido digital mediante soluciones eficaces de marketing en línea y comercio-e. La oportunidad de hacer negocios es demasiado grande como para ignorarla.
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