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      Exportación de ropa y textiles ¿Saldrán a flote los PMA?

       

       
       
      © Centro de Comercio Internacional, Forum de Comercio Internacional - No. 1/2005

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      La supresión de los contingentes en el sector de los textiles y las prendas de vestir favorece a los grandes exportadores de Asia. ¿Y qué ocurrirá con los demás países productores? Esta industria tiene una importancia económica capital para muchos países menos adelantados, especialmente de África, y para otros países pequeños y vulnerables. A fin de no perder partes de mercado, sus empresas tendrán que explotar al máximo las franquicias arancelarias, diversificar sus productos y ampliar sus cadenas de abastecimiento.

      Los miembros de la OMC suprimieron los contingentes para el comercio de textiles y prendas de vestir el 1.° de enero de 2005. Desde entonces, los precios están bajando, mientras que los principales compradores occidentales concentran sus fuentes de aprovisionamiento. Los grandes países de Asia con industrias de integración vertical se están convirtiendo en los primeros proveedores. China, por ejemplo, puede producir prácticamente cualquier tipo de textil o prenda de vestir, en todos los niveles de costo y calidad.

      En los países proveedores se observa una tendencia a la concentración. Mientras que las grandes empresas aumentan su capacidad de producción, las pequeñas y medianas empresas (PYME) se ven confrontadas a la escasez de pedidos y algunas ya han cesado sus actividades.

      No es claro qué ocurrirá en muchos de los países menos adelantados (PMA) y demás países pequeños y vulnerables, donde la producción tiene un bajo valor añadido, la industria está fragmentada y la cooperación regional es mínima. Dado que el sector genera un alto porcentaje del empleo y de la exportación de bienes en dichos países - por ejemplo, 82% de las exportaciones en Camboya y 83% en Haití y Lesotho -, tendrán que cambiar de estrategia, o se expondrán a graves consecuencias económicas.

      Un mercado en mutación

      La competencia en el sector se ha agudizado, y los productores triunfantes están fijando nuevas pautas de servicio.

      • Megaempresas o empresas más pequeñas y flexibles. Los grandes minoristas de la Unión Europea (UE) y Estados Unidos prevén que en los países en desarrollo subsistirán principalmente dos categorías de proveedores: las "megaempresas", con sedes administrativas en Asia y redes de producción en todo el mundo, que aplican economías de escala para producir sobre todo artículos básicos - como camisetas, suéteres, pantalones de algodón, ropa interior y camisas tejidas -, a bajo costo y en grandes cantidades, y las empresas de alto nivel técnico y flexibilidad, situadas cerca de los compradores, que podrían beneficiarse de un acceso preferencial a los mercados, y que tienen capacidad para suministrar cantidades más pequeñas de productos de mayor valor, en plazos reducidos.

      Muy pocas empresas de PMA o de países pequeños y vulnerables pertenecen a una u otra categoría.

      • Mayor responsabilidad del proveedor. Hoy, éste cumple tareas que antes asumía el comprador, desde el diseño a la búsqueda de materias primas y la entrega de la ropa termi- nada.

      Pero los PMA se concentran mayoritariamente en el último eslabón de la cadena de abastecimiento - la fabricación de prendas de vestir - y dependen de los compradores para la obtención de hilos, telas y accesorios.

      • Rapidez de llegada a los mercados. El plazo y el costo de entrega en las tiendas son cada vez más importantes. En las etapas anteriores a la venta minorista, los costos laborales y de producción son de poca monta. El proveedor de mercancías de tipo básico dará prioridad a una reposición rápida y regular, mientras que el proveedor de mercancías de mayor valor procurará adaptarse con rapidez a las tendencias de la moda.

      Políticas comerciales favorables a los PMA

      La protección contingentaria y el acceso en franquicia a los países ricos alentó a muchos PMA a desarrollar la exportación de textiles y prendas de vestir. De hecho, las políticas comerciales seguirán influyendo; más importante aún, los países miembros de la OMC mantendrán el trato preferencial a los PMA. En Estados Unidos, los productos del África Subsahariana llegaron a ocupar el 2,2% del mercado de la confección en 2004, gracias al acceso en franquicia previsto por la Ley sobre Crecimiento y Oportunidades para África (ley AGOA) y a la aplicación menos rigurosa de las normas de origen, lo que permitió a los PMA a usar telas más baratas procedentes de Asia para fabricar la ropa de exportación. También aumentaron las exportaciones de Jordania a Estados Unidos y de Bangladesh y Camboya al Canadá.

      El difícil camino de la competencia

      La agudización de la competencia está abriendo brechas en las protecciones que amparaban a los PMA, e incluso el acceso preferencial a los mercados ya no es suficiente.

      • Escasa diversificación de productos y mercados. La mayoría de los PMA se han limitado a impulsar la exportación de artículos que estaban muy protegidos frente a los competidores de Asia. Al desaparecer los contingentes, y aunque han conservado las franquicias arancelarias, tendrán dificultades para competir con los proveedores asiáticos. En 2004, por ejemplo, el 77% de las exportaciones de confección del África Subsahariana hacia Estados Unidos, en el marco de la ley AGOA, lo coparon dos productos: camisas de punto y pantalones. Pero para estos artículos básicos, los equivalentes arancelarios aplicados a los contingentes de China fueron de casi 60%. Es decir, esos productos fabricados en China podrían bajar ahora en 60%.

      • Inversores poco arraigados. Una característica del sector han sido las grandes inversiones de los fabricantes asiáticos en casi todos los PMA, salvo en Asia Meridional. Objetivo: evitar los contingentes y disponer de franquicias arancelarias, lo que les permitía desinvertir en cualquier momento en caso de pérdida de rentabilidad. Los PMA deben lograr que las industrias nacionales se asocien a largo plazo con inversores extranjeros.

      Recomendacionesa las empresas

      Las empresas de Centroamérica y África Septentrional que se encuentran cerca de los mercados de América del Norte y Europa - y tienen allí un acceso preferencial - podrían concentrarse en productos para los cuales son importantes la rapidez de llegada a los mercados y la flexibilidad, pero ello supone que se doten de las competencias técnicas necesarias.

      En cambio, las empresas de los PMA distantes de los principales mercados tienen que competir directamente con las megaempresas para colocar sus productos "tradicionales", lo que las obliga a aumentar su competitividad.

      • Participar en la formulación de una estrategia sectorial. Las empresas, asociaciones sectoriales, autoridades y otros copartícipes del comercio, como los bancos, transitarios y agentes de aduana, necesitan cooperar en la elaboración de estrategias coherentes para el sector. En dichas estrategias debería tenerse en cuenta la cooperación transfronteriza entre países de una misma región.


      • Mejorar las competencias de aprovisionamiento. Para los compradores, la destreza más importante es la del aprovisionamiento de materiales. Pero en los PMA la industria no está integrada, no hay cadenas de abastecimiento y faltan las inversiones indispensables para crearlas. De ahí que las empresas deban buscar soluciones alternativas, como las cadenas de valor integradas a nivel regional.


      • Dar prioridad a productos con mayor valor añadido. Las empresas de los PMA deben diversificar su producción, y no limitarse a los productos básicos. Esto exige conocer al comprador final, ya que sólo se pueden crear buenos diseños cuando se comprenden bien los gustos del consumidor.

      La mayor parte de la ropa exportada por los PMA es de algodón, y tiene niveles de protección arancelaria más bajos que la ropa de fibra sintética. Por ejemplo, Estados Unidos aplica un arancel medio de 20% a las importaciones de camisas de punto de algodón, y de 32% a las camisas de fibra sintética.

      A fin de aprovechar al máximo sus franquicias arancelarias, las empresas deberían incrementar la exportación de ropa hecha con fibras sintéticas y mejorar su aprovisionamiento en estas telas. Las técnicas de producción de ropa no difieren mucho si se usa algodón o telas sintéticas.

      Los PMA también podrían explorar los mercados para textiles o ropas "étnicas".

      • Hacer evaluaciones comparativas. Las empresas necesitan conocer sus puntos fuertes y sus puntos débiles frente a la competencia. 


      • Usar el comercio-e. El comercio por internet se está convirtiendo en un prerrequisito para atraer compradores de textiles y ropa. Los fabricantes tienen que encontrar soluciones innovadoras para responder a esta demanda "digital", como el diseño asistido por computadora o las cadenas de aprovisionamiento con gestión informatizada.

      Aumento de la cooperación Sur‑Sur

      El fomento del comercio Sur‑Sur tiene tres dimensiones: la venta a países en desarrollo, el aprovisionamiento en productos intermedios para fabricar y exportar hacia países desarrollados, y la construcción de relaciones con inversores extranjeros. Las empresas y los gobiernos de los PMA deberían promoverlas e impulsar la cooperación técnica entre países en desarrollo.

      • Explorar los mercados emergentes. Los países en desarrollo con un rápido crecimiento ofrecen nuevas oportunidades comerciales. Según algunos expertos, aunque los mercados tradicionales - Canadá, la UE, Japón y Estados Unidos - siguen captando casi el 80% de las importaciones mundiales, su crecimiento será mínimo. En cambio, los mercados de países como India y China están creciendo con mucha rapidez, lo que aumenta su capacidad de importación. China es ya el cuarto mercado mundial para las prendas de vestir, con 5% de la demanda. Brasil y Sudáfrica también ofrecen posibilidades, aunque menos importantes.

      No obstante, los exportadores de PMA que venden a otros países en desarrollo podrían tropezar con diversos escollos: aranceles elevados (35% de promedio para la importación de textiles y prendas de vestir en la India y México), desconocimiento de las estructuras de mercado y canales de distribución y diferencias idiosincráticas.

      Una opción para bajar los aranceles y mejorar el acceso a estos mercados consiste en negociar condiciones favorables y recurrir al Sistema Global de Preferencias Comerciales entre Países en Desarrollo; así, los PMA podrían compensar en parte las posibles pérdidas de mercados tradicionales en los países desarrollados.

      • Aprovisionarse de productos intermedios en la propia región. Estos productos - fibras, telas y adornos - se pueden conseguir en el mercado mundial, pero su compra en países cercanos puede acortar los plazos de entrega. Además, al comerciar con países vecinos que tengan un acceso preferencial, las empresas de PMA podrán acogerse a las normas de acumulación regional y seguir exportando, en franquicia arancelaria, productos terminados a los mercados de Estados Unidos y la UE.

      Suponer que los PMA lograrán integraciones verticales a nivel nacional es una perspectiva poco realista. Por ende, deberían tratar de formar cadenas de valor regionales e incluso interregionales, y explotar sus complementariedades (véase el recuadro).

      El comercio de productos intermedios ofrece un amplio campo para la cooperación técnica entre países en desarrollo. Por ejemplo, los productores africanos podrían recibir la ayuda de sus interlocutores asiáticos para mejorar la calidad de su producto y encontrar nuevos mercados en Asia.

      • Mejorar las relaciones con los inversores extranjeros. Para estabilizar las inversiones en el sector textil y de la confección, los PMA necesitan formar alianzas duraderas entre los inversores extranjeros, a menudo asiáticos, y la industria local. Deberían concentrarse en proyectos de beneficio recíproco, como la creación conjunta de institutos técnicos especializados en este sector. La industria nacional se beneficiará de una fuerza de trabajo calificada, y los inversores reducirán costos al contratar mano de obra especializada local, en vez de "importar" trabajadores más caros de Asia. Además, al hablar un mismo idioma, los mandos medios y el personal podrán comunicarse mejor, aumentando la productividad y reduciendo el riesgo de descontento laboral.

      El papel de la facilitación del comercio

      La mejora de los servicios de facilitación del comercio aportaría grandes ventajas a los PMA y también reforzaría la confianza de los inversores. Según el Banco Mundial, la duración media del despacho de aduana para carga marítima es de más de diez días en Asia Meridional y África, nueve días en América Latina y el Caribe, y sólo dos días en los países desarrollados. China está fijando nuevos criterios de referencia en esta materia. Sus modernas instalaciones portuarias y la rapidez de los procedimientos aduaneros reducen el tiempo de circulación hasta el embarque, y los servicios de expedición directa hacia todos los principales mercados optimizan el tiempo de transporte.

      Países importadores: normas de origen más flexibles

      Para ayudar a los PMA, los grandes mercados de importación deberían ofrecerles condiciones preferenciales de acceso, sin contraparte (por ejemplo, requisitos menos estrictos sobre normas de origen). El programa preferencial del Canadá para los PMA y la cláusula sobre "telas provenientes de terceros países" prevista en la ley AGOA son buenos ejemplos de normas de origen flexibles. En cambio, la regla de "doble transformación" prevista en la iniciativa "Todo menos armas", de la UE, o en los acuerdos con los países de África, el Caribe y el Pacífico, no facilita el acceso a los mercados. En efecto, los PMA no tienen una capacidad de suministro de telas que les permita cumplir esta norma.

      Del mismo modo, casi todos los acuerdos sobre acceso preferencial a Estados Unidos incluyen normas "a partir del hilado o de la tela". Esto significa que, salvo el hilado o la tela, todos los elementos utilizados en la confección de la ropa deben tener su origen en el país beneficiario o en Estados Unidos, lo que coarta la capacidad de los PMA para mejorar su competitividad.

      Cómo lograr precios competitivos

      Para afrontar con éxito la competencia, los PMA deben actuar en los siguientes campos:

      • Coordinación de las empresas para asumir responsabilidades en toda la cadena de valor de los textiles y la confección.

      • Aceleración de la cooperación Sur‑Sur entre empresas y países, a fin de aprovechar los mercados de otros países en desarrollo. El aumento del comercio intrarregional de productos intermedios mejora su competitividad para explotar los mercados tradicionales del Norte y participar en las cadenas mundiales de producción.

      • Intensificación de la cooperación regional, a fin de aprovechar al máximo el trato preferencial y el trato diferencial. Unas normas de origen favorables pueden mejorar la competitividad de los PMA y fomentar el comercio Sur‑Sur.

      • Adopción de medios de facilitación del comercio, para crear el entorno propicio que necesitan las empresas.

      Si los PMA se movilizan con cautela y rapidez, el sector de la confección podría seguir contribuyendo al desarrollo económico y a la reducción de la pobreza. Pero también es probable que en muchos PMA, especialmente de África, no llegue a ser un sector importante. Estos países tienen que diversificar sus exportaciones, en espera de que surjan nuevas oportunidades en el textil y la confección.


      Colmar el déficit de tela en África

      Los países africanos producen algodón crudo y prendas de vestir terminadas, pero muy pocos tienen industrias textiles capaces de transformar el algodón en hilado y tela en una escala adecuada a sus necesidades de exportación de ropa. De momento, la confección es la mejor opción para los PMA, ya que requiere de un alto coeficiente de mano de obra, más que de capitales. Ahora bien, si estos países lograran completar la cadena de producción con una fabricación suficiente de hilados y telas, podrían reducir costos y aumentar su competitividad. Los algodoneros, desmotadores, fabricantes de telas y fabricantes de prendas de vestir de distintas partes del continente deberían considerar la posibilidad de colaborar en una cadena de valor regional, que abarque desde el algodón a la ropa, capaz de ofrecer productos competitivos a los grandes mercados.

      Para superar los problemas de escala y atraer inversiones, las empresas podrían cooperar en el marco de relaciones verticales regionales.

      Para un país que exporta prendas de vestir por un valor anual de US$ 5.000 millones, la creación de una industria textil local o la captación de inversores textiles extranjeros es factible. En cambio, para un país cuyas exportaciones sean inferiores a US$ 2.000 millones (situación de todos los PMA, salvo Bangladesh), esos objetivos serán muy difíciles y costosos. Para lograr las ventajas de las economías de escala, una industria textil integrada verticalmente tiene que abastecer a muchas fábricas de ropa. Por tal motivo, incluso si están ubicadas en distintos países de una misma región y si compiten entre sí en el mercado final, las fábricas tienen que cooperar estrechamente para captar las inversiones textiles necesarias.

      Por último, una invitación a los compradores de confección a participar en la creación de una fábrica textil confirmará la seriedad del proyecto, que se asemejaría a una empresa de riesgo compartido entre los compradores y los proveedores en una región dada. Algunos importadores, conscientes de la necesidad de demostrar a sus principales proveedores la importancia que atribuyen a una relación estratégica, han previsto invertir en el establecimiento de fábricas textiles. Su interés no es convertirse en propietarios de estas fábricas, sino tomar participaciones de 10% a 20% que refuercen su credibilidad ante los proveedores. Esta forma de cooperación entre un proveedor y uno o dos grandes compradores dispuestos a mantener una relación a largo plazo podría atraer más inversores a un proyecto de fábrica textil regional.

      Otra solución sería desarrollar el comercio interregional paralelamente a la cadena de valor del algodón. Las empresas de África Subsahariana podrían exportar algodón a Asia e importar desde allí telas de algodón para la confección de ropa de exportación destinada a los mercados occidentales que les ofrecen franquicias aduaneras, lo que beneficiaría a todos los países participantes.



      Aportes de la asistencia técnica del CCI

      Estrategia sectorial
      . El proceso "Shape", en diez etapas, que permite formular estrategias nacionales para la confección, se ha aplicado en dos talleres; se ha prestado asistencia para aplicar estrategias.

      Evaluación comparativa. El "FiT", instrumento informatizado para fabricantes de prendas de vestir, se ha aplicado por medio de asociaciones nacionales, previa capacitación; gestión de datos comparativos mundiales y acceso a ellos.

      Aprovisionamiento. Texto básico: Source It - Global Material Sourcing for the Clothing Industry; talleres de capacitación para asociaciones y empresas; misiones sobre aprovisionamiento para ayudar a empresas a diversificar proveedores; bases de datos regionales de proveedores en países miembros de la Asociación de Naciones del Asia Sudoriental y la Asociación del Asia Meridional para la Cooperación Regional.
      Tendencias de mercado. Nuevo sitio web del CCI sobre textiles y confección; talleres sobre futuras exigencias de competitividad; desarrollo de productos y mercados en proyectos nacionales.

      Comercio-e. Una guía sobre aplicaciones digitales en el comercio de textiles y prendas de vestir; talleres de formación; asesoramiento sobre adaptación de soluciones a las exigencias de los compradores.
       
      Comercio Sur-Sur.
      Proyectos especiales para promover el comercio Sur-Sur de productos finales; aumentar el comercio de productos intermediarios; facilitar la cooperación técnica entre países en desarrollo.

      Documento de investigación sobre posibilidades de asistencia del CCI para desarrollar el sector del algodón.


      Para más detalles, diríjase a Matthias Knappe (), Asesor Principal del CCI sobre Mercados para el sector de los textiles y las prendas de vestir, o visite la dirección http://www.intracen.org/textilesandclothing




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