En una plantación de cacao de Ghana, Harriet Lamb, Directora de la Fundación Fairtrade del Reino Unido y Todd Stitzer, Presidente de Cadbury, hablan de los objetivos de ambas entidades. La conversación no tarda en centrarse en la situación de cultivadores locales como Benjamin Atiemo del pueblo de Adjeikrom, cuyos hijos se fueron a buscar trabajo en Accra, la capital. Al igual que los hijos de muchos otros agricultores, estos jóvenes se desinteresaron del cultivo del cacao. Además de ser un trabajo penoso y agotador, el rendimiento ha ido mermando y aunque los precios en el mercado internacional recientemente subieron, lo que se paga a los cultivadores locales apenas se mantuvo a la par del aumento del precio de los alimentos y el combustible.