Reto núm. 1:

Equilibrio de necesidades

Lograr un equilibrio entre los programas de apoyo al comercio, orientados al aprovechamiento de las oportunidades comerciales a corto plazo, y los programas que propician la formación de una mentalidad exportadora nacional.

Reto núm. 2:

Demanda y planificación

Distinguir entre la demanda de servicios de apoyo comercial específico y la necesidad de planificar a largo plazo el desarrollo de la capacidad exportadora.

Reto núm. 3:

Capacidad de respuesta

Ayudar a las empresas a adaptarse a las nuevas modalidades comerciales y a mejorar sus niveles de competitividad.

Reto núm. 4:

Prioridad al cliente

Algunas empresas con un gran potencial sólo necesitan un pequeño impulso para aumentar sus exportaciones. Otras, en cambio, requieren de un fuerte apoyo. Por lo tanto, la asistencia directa debe darse a un número limitado de empresas de gran potencial exportador, a fin de mostrar rápidamente los resultados posibles. Paralelamente, hay que poner en pie programas de fomento de las exportaciones más amplios, para favorecer la aparición de nuevos exportadores y aumentar las capacidades de exportación.

Reto núm. 5:

Promoción de nuevas capacidades

Ayudar a los productores nacionales a adquirir nuevas competencias exportadoras. Quizás se necesite un aporte tecnológico o de formación, por ejemplo, para cursar grandes pedidos y satisfacer requisitos de diseño o normas de calidad.

Reto núm. 6:

Generación de sinergias

Concebir estrategias que impulsen el aumento de las exportaciones gracias a la complementariedad. Fomentar las redes entre empresas de un mismo polo industrial, los vínculos entre los exportadores y los proveedores locales más dinámicos y la formación de grupos de comercialización.

Reto núm. 7:

Reducción de costos

Reducir el costo de los servicios a los exportadores – como telecomunicaciones, certificación de calidad, transporte y servicios financieros – para mejorar su competitividad, y establecer al mismo tiempo programas de reducción de los costos de transacción, racionalizando los procedimientos.

Reto núm. 8:

Internacionalización sin demora

Concebir programas que aceleren la «internacionalización». Incorporar pequeñas empresas a las agrupaciones de exportadores, a fin de que adquieran una experiencia rápida en comercio internacional.

Reto núm. 9:

Relaciones duraderas

En vez de ayudar a las empresas a conseguir contratos puntuales, hay que procurar que desarrollen relaciones comerciales a largo plazo. Diversos estudios confirman que la búsqueda de nuevos clientes es tres veces más cara que la conservación de los ya conocidos.

Reto núm. 10:

Búsqueda de inversiones extranjeras

Las inversiones extranjeras son esenciales para aumentar la capacidad exportadora, así como para tener acceso a nuevos mercados, fuentes de información y tecnología.