Calidad del producto

En un contexto de fuerte competencia, los exportadores no pueden permitirse ignorar los problemas relativos a la calidad y la salud pública que se plantean en el comercio del cacahuete. Para ser aceptado como exportador es imprescindible ser capaz de hacer entregas regulares de las cantidades de cacahuete solicitadas, de acuerdo con especificaciones y normas de calidad que respondan a las preocupaciones sanitarias de los consumidores o a las necesidades técnicas de los procesadores de alimentos.

El cumplimiento de la definición más apropiada de la calidad del producto – aptitud para un fin o uso determinado – plantea dos retos importantes a los exportadores de cacahuete:

Dar satisfacción al consumidor

La noción de «calidad» que cuenta es la del consumidor, y no la del vendedor. La mejor calidad que se ofrece no es siempre suficiente para los fines del comprador. Por ende, el gran desafío para el sector del cacahuete consiste en lograr variedades adecuadas a la demanda. Ello supone un mínimo de convicción y un cambio de actitud de los exportadores, pero también inversiones para obtener nuevas variedades de semilla e impulsar su cultivo.

Cumplir las normas sanitarias

Existen especificaciones y requisitos de calidad para diversos productos de cacahuete. Su incumplimiento en los mercados importadores tiene un alto costo por concepto de lotes rechazados o pago de indemnizaciones, y puede provocar incluso la prohibición de todo trato comercial con el proveedor.

En el plano sanitario, el mayor problema lo plantea el control de las aflatoxinas, sustancias químicas cancerígenas producidas por un moho que puede contaminar los cultivos de cacahuete. Los productores y los exportadores deben prevenir o controlar la contaminación y certificar el origen de los productos que comercialicen.

Concentración y fusiones en el sector de la alimentación

Se observa una tendencia general de disminución del número y aumento del tamaño de las empresas del sector (cultivadores/productores, procesadores y negociantes/mayoristas/distribuidores/minoristas), que adquieren una mayor influencia en el mercado y una capacidad redoblada para hacer frente a la competencia. Se multiplican las fusiones, las empresas mixtas y las alianzas económicas, lo que intensifica la competencia por conquistar partes de mercado.

La fuerte competencia ha obligado al sector de la alimentación a abandonar el sistema de producción organizado en torno a la oferta, y a adoptar uno determinado por la demanda. Las preferencias del consumidor y sus preocupaciones sanitarias han cobrado en los mercados alimentarios una importancia sin precedentes.

La demanda de cacahuetes seguirá dependiendo de la preferencia del consumidor por los alimentos de fácil preparación y por los restaurantes, así como de su interés creciente por la alimentación “sana” y dietética.

Consecuencias:

Las fusiones implican que los importadores harán pedidos más importantes y aplicarán especificaciones y requisitos de calidad más rigurosos. Los medianos y grandes exportadores tendrán un mayor margen de maniobra, proporcional a su capacidad para conseguir grandes lotes de producto a precios ventajosos y sin interrupciones por problemas de calidad o de abastecimiento.

Los exportadores de cacahuete de los países en desarrollo deberían buscar nuevas posiciones en los mercados emergentes – de alto riesgo, más competitivos e inestables –, definiendo estrategias a largo plazo de desarrollo de las exportaciones orientadas a la diferenciación de los mercados y estableciendo alianzas estratégicas de mercado con algunos asociados escogidos.

La implantación en los mercados depende de dos factores esenciales: mejorar las relaciones con los importadores, los fabricantes y los procesadores de los mercados consumidores, y garantizar que los productos suministrados sean fiables, competitivos y de calidad compatible con las exigencias del consumidor.

Mundialización de los mercados

Los mercados de la alimentación se mundializan, estimulados por los progresos de las comunicaciones, el transporte y la tecnología, así como por la mayor transparencia de dichos mercados, la armonización de la legislación comercial y la adopción de medidas de liberalización por un creciente número de países en desarrollo.

Consecuencias:

Aumentará el comercio internacional e intrarregional del cacahuete y se abrirán nuevas vías de exportación. Por otra parte, en el ámbito de la procesación de alimentos, el cacahuete comestible se confrontará a una mayor competencia de los frutos secos arbóreos.

Avances científicos que inciden en el sector de la alimentación

La Internet y el comercio electrónico están ganando rápidamente terreno en el sector de la alimentación, ya sea en la observación y la promoción del mercado; el establecimiento de redes electrónicas entre productores, procesadores, negociantes y consumidores; o en la adopción de sistemas informatizados con técnicas de escáner para seguir la evolución de las preferencias y la demanda de los consumidores. Las biotecnologías están transformando la eficacia de la producción y contribuyen cada vez más a adaptar los productos a los fines de los consumidores.

En el sector del cacahuete, los programas de investigación emprendidos con el apoyo de organizaciones internacionales especializadas y donantes internacionales han permitido obtener variedades mejoradas y crear bancos genéticos y bases de datos regionales sobre este producto.

Consecuencias:

La adopción de políticas estatales adecuadas y de medidas de estímulo de la multiplicación de semillas nacionales, y la entrega a los cultivadores de variedades de semilla mejoradas se traducirán en beneficios para los empresarios y los pequeños agricultores.

Rápido crecimiento demográfico y desarrollo de los mercados emergentes

Durante el presente decenio, el crecimiento real del producto interior bruto (PIB) medio de los países en desarrollo ha sido dos a tres veces más rápido que el crecimiento medio mundial, según el «Informe sobre los países menos adelantados, 1998», (en inglés) de la Conferencia de las Naciones Unidas sobre Comercio y Desarrollo (UNCTAD). Esta tendencia debería mantenerse en los años venideros. Al mismo tiempo, se ha previsto que la población mundial aumentará en más de 100% durante los próximos 50 años, duplicándose también el consumo calórico por habitante. A los países en desarrollo corresponderán tres cuartos del aumento de población y el 100% del aumento de ingestión calórica.

Consecuencia:

Aumentará la demanda de cacahuetes, en particular en los países en desarrollo, cuya población dedicará más dinero a comprar este alimento básico.