Conforme a lo dicho ya por el Director Ejecutivo del CCI, J. Denis Bélisle, en la Conferencia Mundial de Organizaciones de Promoción Comercial celebrada en Marruecos el año pasado (véase Forum 4/2000, pág. 4), resulta inútil promover el comercio si no hay condiciones nacionales competitivas en el mercado internacional. Análogamente, según algunos expertos, la falta de acceso al mercado internacional es uno de los problemas que impide la participación de los empresarios de países menos adelantados (PMA) en la arena exportadora. Otro factor es el retraso en la formulación de políticas nacionales favorables al exportador. A pesar de dichas dificultades, los gobiernos de los PMA, sus asociaciones sectoriales y otras entidades de desarrollo comercial pueden desempeñar un papel crucial en la creación de un entorno propicio a la exportación. La reciente Tercera Conferencia de las Naciones Unidas sobre los PMA definió un Plan de Acción que las autoridades de cada país deberían aplicar a lo largo del próximo decenio. Países como Noruega, que ayudó a financiar la Mesa Redonda sobre el Sector Empresarial organizada por el CCI en esta Conferencia, han puesto este tema en el centro del debate sobre el desarrollo. El concepto de “entorno propicio a la exportación” abarca las políticas y estrategias nacionales de exportación más eficaces, las infraestructuras adecuadas, los servicios de apoyo comerciales eficientes y la existencia de un apoyo específico a nivel de empresa, factores que, por supuesto, están interrelacionados. En el plano de las políticas, se trata de disponer de condiciones macroeconómicas estables, normativas comerciales e industriales favorables a los intercambios internacionales, estrategias de captación de inversiones extranjeras, inversiones sostenidas en los recursos humanos, apoyo técnico integral para las pequeñas y medianas empresas (PYME), acceso al crédito industrial con tasas de interés favorables y una infraestructura eficiente y de costos competitivos, desde los servicios de transporte de carga hasta el acceso a la internet. En otras palabras, para los PMA, elevar la competitividad pasa por superar sus problemas en materia de oferta. Esto implica ayudar a las empresas a mejorar su productividad, calidad y diseños, asegurar el cumplimiento de las normas internacionales y el uso de embalajes compatibles con la protección ambiental, etc. Estrategias de exportación Los enfoques sobre la importancia de las estrategias exportadoras son muy diversos, pero todos coinciden en que éstas deben centrarse en: - identificar los sectores prioritarios; - resolver los problemas a nivel de empresa en los sectores prioritarios, y - coordinar las acciones de una red nacional formada por entidades estatales, empresas, asociaciones, universidades y otros actores capaces de mejorar las políticas y los servicios empresariales en el ámbito comercial. (Según muchos expertos, estas actividades a nivel local tienen más importancia que la promoción comercial tradicional en el extranjero.) En los PMA, con una economía privada subdesarrollada, es preciso desplegar esfuerzos particulares para detectar los sectores prioritarios, formular estrategias para los mismos y, en seguida, definir una estrategia nacional de exportación. Tales estrategias deben ser preparadas por copartícipes de los sectores privado y público, en un proceso de participación e interacción. Problemas de insfraestructura En muchos países en desarrollo, las deficiencias de las infraestructuras básicas (transporte, servicios públicos y telecomunicaciones) frenan sensiblemente las inversiones y operaciones comerciales, y perjudican claramente los costos, la continuidad y la calidad de la producción. Los PMA y sus interlocutores en el campo del desarrollo tienen que determinar cuáles son sus necesidades esenciales en cuanto a infraestructuras y dar prioridad máxima a su construcción. Servicios de apoyo al comercio Éstos son componentes indispensables del “entorno propicio”, ya que aseguran el suministro eficiente de las funciones comerciales que necesitan los exportadores. Las instituciones de apoyo al comercio son hoy mucho más que simples organizaciones de fomento comercial. Su eficacia es tanto mayor cuando reúnen en redes toda la variedad de servicios comerciales y los ponen a disposición de la promoción de las exportaciones. Dichos servicios incluyen, entre otros, información sobre mercados, formación, gestión y normas de calidad, financiación de las exportaciones, embalajes, mejoramiento de la estructura industrial, fomento de las inversiones extranjeras directas, desarrollo de agrupaciones y evaluación comparativa. En los últimos años, la promoción ya no se ha centrado en el extranjero, sino en programas más equilibrados y receptivos desarrollados en el propio país, que captan un máximo de sinergias por medio de redes de colaboración y dan apoyo a las PYME. En los PMA, las instituciones que prestan servicios de apoyo comercial carecen de los recursos y la capacidad suficientes para responder a los nuevos problemas y necesidades de los exportadores. La asistencia técnica debería colmar las carencias más importantes y contribuir a crear una capacidad institucional de servicios de apoyo comercial. Desarrollo de la competitividad exportadora Otro tema de debate es si se deberían crear programas para ayudar a las empresas locales a superar sus dificultades internas, que influyen mucho en el éxito de sus exportaciones. Pero esto plantea algunas cuestiones pertinentes: ¿tendría esta ayuda un efecto de distorsión en los mercados? ¿es dicha ayuda sostenible, o rentable? En los PMA, la principal justificación de la ayuda directa a las empresas es la de actuar como catalizador, acelerando la adquisición de calificaciones y competitividad. No se debería abandonar a su suerte a las empresas que tratan de mejorar su capacidad competitiva. Por sus propios medios, algunas empresas de PMA ya están logrando calificaciones técnicas y competitividad. Pero para la mayoría, el tiempo necesario para lograrlo sería excesivo, habida cuenta de su actual nivel de desarrollo. A fin de acelerar el crecimiento de las exportaciones de los PMA en un contexto de rápidos cambios, se necesitarían no sólo políticas y un entorno favorables, sino también un apoyo sistemático a nivel de las empresas. La voluntad de avanzar ¿Están los PMA listos para cambiar? En verdad, no tienen alternativa. Al menos en el plano de la voluntad, muchas instituciones de apoyo al comercio (IAC) ya han operado el cambio. Un nuevo índice concebido por el CCI – que ayuda a las IAC a analizar sus resultados en 12 factores definidos como decisivos para el éxito – mostró que los PMA se ubican por encima de la media de los países en desarrollo en cuanto a la voluntad de cambio (64,2 puntos para los PMA en una escala de 100; puntaje medio: 62,8). Una gran dificultad ha sido disponer de medios financieros que respalden esa voluntad. Las IAC de los ocho PMA incluidos en el total de 28 países evaluados registraron los puntajes más bajos en financiación (19,2 – muy por debajo del promedio de 39,3). Peter Hulm y Natalie Domeisen se basaron en los resultados del Foro Ejecutivo del CCI, sobre la redefinición de la promoción del comercio (1999) y el desarrollo de las exportaciones en la economía digital (2000), y también en la mesa redonda organizada durante la Tercera Conferencia de las Naciones Unidas sobre los PMA (2001).
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