Menos esfuerzos, más resultados
El trabajo en redes, de reconocida eficacia empresarial, está demostrando su gran potencial como instrumento de intercambio de ideas por medio de la internet, lo que permite evitar los viajes y el gasto de tiempo y dinero que éstos implican.
El CCI ha comprobado que las discusiones por correo electrónico pueden ser un medio de gran utilidad, barato y eficaz para estimular el diálogo entre los empresarios de países en desarrollo y los organismos de promoción comercial.
Cómo llegar a un público mundial
El CCI organizó una serie de foros virtuales, por correo electrónico, sobre las dificultades y oportunidades que el comercio electrónico ofrece a los países en desarrollo y las economías en transición. Participaron cerca de 600 personas de 86 países, de las cuáles el 80% procedían de países en desarrollo.
El CCI deseaba hacer participar a un gran número de interlocutores en las discusiones del Foro Ejecutivo sobre desarrollo de las exportaciones en la economía digital que organizó conjuntamente con la Secretaría de Estado a la economía suiza. Al mismo tiempo, para asegurar un debate fructífero, hubo que limitar a 24 el número de equipos asistentes, formados por funcionarios, directivos de empresa y expertos en comercio electrónico de países en desarrollo.
Gracias a los debates organizados por correo electrónico, otros empresarios – de países como Nepal, Perú, Viet Nam o Kazajstán – pudieron referirse a diversos aspectos del comercio en línea, como el alto costo de las telecomunicaciones o las subastas de nivel mundial.
Los países en desarrollo abordan el debate electrónico
En el marco de las tres discusiones por correo electrónico, que complementaron el Foro Ejecutivo, personas interesadas del mundo entero pudieron seguir el debate de la reunión y dar su opinión sobre el comercio electrónico. En total, abarcaron un período de tres meses, por lo que los participantes pudieron hacer aportes antes y después de la reunión de Montreux.
La primera discusión tuvo lugar a comienzos de septiembre. Entonces, se invitó a los participantes a comentar las perspectivas de cada país sobre el comercio electrónico y a compartir ideas y experiencias respecto de materias como portales electrónicos, estrategias de comercio en línea, actividades de sensibilización pública y programas de formación para PYME.
Se hicieron contribuciones de países tan diversos como los Estados Unidos, la India, Zambia y la Federación de Rusia, relativas a la experiencia de portales nacionales, programas de educación informática básica o los obstáculos con que tropieza el comercio electrónico en países donde los servicios de telecomunicaciones son caros o limitados. Un participante se refirió al interés de los sitios multilingües, lo que atrae a un mayor número de clientes o asociados potenciales.
El segundo período de discusiones electrónicas fue simultáneo al Foro Ejecutivo, cuyos debates se transmitieron en directo mediante enlaces internacionales. Además, los conferenciantes en línea de todo el mundo recibieron resúmenes de los debates, lo que les permitió dar su opinión de inmediato.
El último período, en noviembre, se centró en la búsqueda de soluciones prácticas y de asociados para impulsar entidades de comercio electrónico a nivel nacional, regional o internacional.
Los debates ofrecieron al CCI un panorama de las necesidades que se plantean a los exportadores de países en desarrollo que desean comerciar en línea, comenzando por las cuestiones más esenciales. Pero también se levantaron voces para reclamar más prudencia y una información más equilibrada sobre la economía digital. En particular, se invitó a los medios de comunicación a moderar su exaltación indiscriminada del comercio electrónico y el uso de jerga para iniciados.
Dificultades de planificación
La conferencia electrónica demostró la utilidad de las redes virtuales, y también la manera de asegurar su buen funcionamiento. De hecho, la planificación, una organización rigurosa y el seguimiento son tan importantes en una sala de reunión como en un foro virtual.
Es esencial definir con claridad el tema central del debate, no sólo para evitar que éste se desvirtúe sino también para facilitar su promoción y organización. El tema de la conferencia de 2000 fue el fomento de las exportaciones y la economía digital.
El CCI veló por que en la conferencia electrónica tomara parte un grupo bien definido de participantes, sobre todo de países en desarrollo. Al respecto, se contó con el apoyo de los funcionarios del Centro, que invitaron a sus interlocutores en el terreno a inscribirse como conferenciantes electrónicos. En particular, se buscó la participación de las asociaciones de exportadores de servicios, asociaciones de compradores y organismos de promoción comercial de los países en desarrollo, expertos en comercio electrónico y asistentes al Foro Ejecutivo del CCI; entre éstos últimos figuraban empresarios, funcionarios y universitarios.
La gran diversidad de nacionalidades y dispersión geográfica de los conferenciantes electrónicos, muchos de los cuales sólo tenían nociones básicas de inglés, puso de relieve la necesidad de respetar algunas normas básicas, como el uso de un lenguaje simple y de enviar mensajes sucintos.
¿Correo electrónico o enlaces web?
A diferencia de las conferencias electrónicas en la web, los debates por correo electrónico son muy poco frecuentes. Cada sistema tiene sus ventajas. Por ejemplo, en vez de establecer un sitio web, el sistema por correo permite utilizar las casillas electrónicas para enviar automáticamente a los participantes toda nueva contribución al debate. Así, no tienen que conectarse a un sitio web para saber lo que se está diciendo o incluir sus propios comentarios – algo que pocas personas pueden hacer durante su jornada de trabajo.
Con todo, siempre es útil disponer de un sitio web como punto de referencia. Para evitar la pérdida de ideas o proposiciones, el CCI fue dando cuenta de los debates por correo electrónico en un sitio web especial.
Véase el sitio del Foro Ejecutivo del CCI (http://www.intracen.org/execforum/).
Siete consejos para conducir un debate electrónico
• Metas. Fije por adelantado el objetivo de la discusión, y cuál será su contribución a las metas estratégicas de la organización. Esto facilitará su difusión y el respaldo del personal y los directivos.
• Invitaciones. Agrupe los mensajes electrónicos por categoría y envíe avisos breves. Estudie bien a quien se enviarán los avisos. Invite a sus interlocutores a cursar invitaciones en sus redes respectivas.
• Promoción. Fomente la participación poniendo avisos en la web y la prensa, personalmente y en enlaces web.
• Contenido. Debe ser preciso. Los profesionales no se interesan por los grupos de charla. Los participantes deben conocer las metas colectivas y no apartarse del tema del debate.
Facilite la lectura. Agrupe las contribuciones por tema, y reduzca al mínimo la jerga y la elocuencia.
No olvide dar información general, como el tema del debate, el número de participantes y su origen.
• Reglas básicas. Este es un nuevo medio. Oriente a los participantes sobre los objetivos y procedimientos. Por ejemplo, pídales que escriban en forma simple y concisa, y describa el tipo de contribuciones que se esperan. Aliente los contactos bilaterales, indicando el nombre, organización y casilla electrónica de cada corresponsal.
• Cuestiones técnicas. Establezca un servidor automático de listas de correo que envíe a cada participante todos los mensajes incluidos en el debate, gestione los mensajes rechazados y las solicitudes, remita las contribuciones a los moderadores y circule los comentarios aprobados. Incluya formularios de inscripción en una base de datos predeterminada. Tome nota del número de participantes y su origen. Prevea un sistema de ayuda a la inscripción.
• Seguimiento. Comunique los resultados del debate. Envíe a los participantes, por correo impreso, las publicaciones pertinentes. Incluya las actas del debate en un sitio web para referencia futura.
Conclusiones de Natalie Domeisen y Sarah McCue, moderadoras del reciente debate del CCI sobre comercio electrónico para países en desarrollo.