Tradicionalmente, la política comercial ha perseguido objetivos relativamente claros, organizados en torno a la mayor apertura o protección de los mercados. El fomento de los intercambios se ha centrado en dar más eficacia a la interacción entre los negociantes y los mercados. Pero es cada vez más frecuente que al comercio se le fijen otros fines, que exigen estrategias, capacidades y políticas de apoyo de diversa índole.
El auge de la “responsabilidad social de la empresa” (RSE) es la manifestación más conocida de los esfuerzos que el sector privado despliega para adaptarse a estos objetivos más amplios. En el ámbito público, el concepto de “transgubernamentalismo” ha ganado terreno entre los encargados de la formulación de políticas, cuyos recursos se han reducido al tiempo que sus responsabilidades se han hecho más complejas. Ambos conceptos incorporan elementos del trabajo en redes y de la divulgación como medios para alcanzar los objetivos de las políticas estratégicas y de la actividad empresarial. Sus detractores sostienen que las empresas y las autoridades deben ocuparse de lo que hacen mejor, y dejar a otros la tarea de colmar brechas. En tal contexto, la ampliación de las redes podría ser útil a las empresas, las autoridades y la sociedad civil a afrontar las dificultades.
Deficiencias de las redes de empresas
Cabe destacar que la empresa ha modificado muy poco su perspectiva sobre la influencia de las políticas comerciales. Dicha falta de reacción ante las nuevas condiciones se ha traducido en su ausencia del debate sobre bienestar público y política comercial. Esta es una gran desventaja para las redes comerciales de la mayoría de las empresas y una magnífica oportunidad para quienes pueden promover acciones en este campo.
En todo caso, los problemas son considerables. Las organizaciones se ven obligadas a concebir su acción más allá de las fronteras tradicionales y a adquirir nuevas capacidades de análisis y comunicación. Y esta toma de posición no es sólo política. La mejor comprensión técnica de los cambios comerciales y económicos por parte de las organizaciones no gubernamentales (ONG), las empresas y las autoridades obligará a todos los actores a proponer sólidos fundamentos para respaldar las políticas que prefieren y para transmitir dichas preferencias al público.
Favorecer las redes
Varias organizaciones se han creado o adaptado para responder a los nuevos retos que supone lograr el buen funcionamiento de las redes ampliadas, y también para atender la gama más amplia de objetivos impuestos a la política comercial. Una de estas organizaciones es el Centro Internacional para el Comercio y el Desarrollo Sostenible (ICTSD), con sede en Ginebra. El ICTSD fue establecido en 1996, poco después de la creación de la Organización Mundial del Comercio (OMC), por un grupo de ONG interesadas en las cuestiones del comercio y el desarrollo sostenible.
El ICTSD centra su trabajo en el proceso de gestación de la política comercial, y procura promover y facilitar de manera imparcial la participación de quienes han intervenido sólo tangencialmente en dicho proceso. Se trata de ONG del Norte y del Sur y de un amplio abanico de actores del Sur, que comprende desde gobiernos hasta grupos de empresarios y académicos. También incluye a organizaciones intergubernamentales sin mandato en cuestiones comerciales, pero cuyas actividades se relacionan de alguna manera con el comercio. La red del ICTSD ha pasado de unos cientos de organizaciones en 1996 a más de 9.000 en casi todos los países del mundo. Cuarenta por ciento de los miembros son responsables de políticas, y 60%, organizaciones de la sociedad civil.
Las publicaciones como agente facilitador
Inicialmente, la red del ICTSD era muy diversa y fragmentada. Hoy, gracias a sus publicaciones, es quizá aún más diversa pero menos fragmentada. Muy pronto, la organización comprendió que para promover efectivamente el intercambio entre grupos tan diferentes había que empezar favoreciendo el entendimiento entre todos los participantes. Los actores ajenos al mundo comercial debían comprender el lenguaje propio de las políticas comerciales, y los responsables de éstas debían comprender el lenguaje propio del desarrollo sostenible. Con este fin, el ICTSD comenzó a publicar una revista mensual, Bridges, y un resumen semanal destinado a profesionales ajenos al ámbito comercial.
Uno de los aspectos más exitosos de Bridges ha sido la publicación de artículos que no se inscriben en el análisis ortodoxo de la política comercial, y que por ende pueden arrojar nuevas luces sobre aspectos controvertidos de la relación entre el comercio y el desarrollo sostenible. Bridges tiene hoy dos revistas hermanas, Puentes, edición en español publicada en Ecuador para América Latina, y Passerelles, edición en francés para el público africano. Entre un 50% y un 75% del contenido de estas ediciones es material regional, y el resto, adaptaciones de los artículos de Bridges. Este modelo ha sido muy útil para crear conciencia e impulsar redes temáticas sobre política comercial activa a nivel regional y nacional. También ha servido de base para muchos esfuerzos de colaboración en cuestiones de política regional.
Avanzar con los cambios
El resumen semanal de noticias comerciales del ICTSD ayuda al público a seguir los rápidos cambios en política comercial y a prepararse para participar en los debates futuros. Así, se allanan las dificultades propias de la intervención en discusiones técnicas, especialmente para las organizaciones especialmente para las organizaciones y proyectos que cuentan con pocos especialistas en cuestiones comerciales. Cabe resaltar que ambas publicaciones se distribuyen gratuitamente, y que su costo anual es inferior al de muchas conferencias de medianas proporciones. También son usadas por el ICTSD y muchas otras organizaciones para facilitar la integración entre los miembros de la red.
El programa de diálogos del ICTSD ha aprovechado el modelo de colaboración regional en sus publicaciones, en las que aborda temas que interesan a las regiones. Esto ha sido esencial para hacer posible una participación efectiva en el debate sobre políticas comerciales, en todos los niveles. No se trata simplemente de enviar más delegados a Ginebra, sino de formular políticas nacionales y regionales más coherentes. Los diálogos del ICTSD respaldan estas iniciativas, fomentando la formación de asociaciones con ONG y gobiernos para organizar cursillos y seminarios de análisis desde las perspectivas nacional y regional. En los últimos tres años, el ICTSD ha organizado seminarios sobre comercio y medio ambiente en América Latina, Asia y África Subsahariana.
Talleres interactivos
Las reuniones del ICTSD aprovechan las actividades de cooperación técnica regionales de la OMC sobre comercio y medio ambiente, y se organizan como talleres interactivos que aportan el ámbito y el contenido para un diálogo no oficial que estimula el intercambio de experiencias. Algunos de los temas analizados recientemente son:
- Protección del conocimiento tradicional, los derechos de los gricultores y el acceso a los recursos genéticos, mediante la aplicación o revisión del Acuerdo de la OMC sobre los Aspectos de los Derechos de Propiedad Intelectual relacionados con el Comercio.
- Impacto medioambiental de la exportación de telas y cuero, y costos de mitigación.
- Normas medioambientales y exportaciones de Asia.
- Comercio, mitigación de la pobreza y asignación de recursos.
- Análisis sectorial de las inquietudes en cuanto al desarrollo sostenible en el comercio de servicios de turismo, productos de minería, azúcar, flores y silvicultura.
Aumentar la capacidad para crear redes
El enfoque del ICTSD ha sido muy útil para otras organizaciones. Al dotarse de estrategias y recursos técnicos más perfeccionados, varias ONG han fortalecido sus actividades de formación de redes. Se trata de organizaciones tan diversas como el Proyecto Seatini en Zimbabwe, el Instituto Internacional para el Desarrollo Sostenible en Canadá y Oxfam en el Reino Unido. Varias organizaciones están abriendo oficinas cerca de centros nacionales, regionales y multilaterales de formulación de políticas. Estas organizaciones trabajan en colaboración cada vez más estrecha con otras entidades de la sociedad civil y con legisladores y autoridades.
Algunas entidades cooperan directamente con empresas. Por ejemplo, FUNDES Internacional (Fundación para el Desarrollo Sostenible), red implantada en diez países de América Latina, fue concebida originalmente para dar a las pequeñas y medianas empresas los medios de asegurar su viabilidad mediante ayuda financiera y garantías. Últimamente, FUNDES se ha orientado a los servicios de consultoría, a fin de ayudar a las organizaciones clientes a comprender y aplicar prácticas empresariales rentables y compatibles con el desarrollo sostenible.
El ICTSD y otras organizaciones están desarrollando una amplia red de apoyo comercial. No obstante, es evidente que estas iniciativas tienen carácter complementario y no pretenden sustituir a las redes comerciales tradicionales. En síntesis, aún queda un largo camino antes de que los países en desarrollo y sus empresas se integren de veras en el sistema mundial de comercio.
Andrew Crosby ([email protected]) es Director de Programas del Centro Internacional para el Comercio y el Desarrollo Sostenible, de Ginebra. Este artículo recoge su experiencia en el ICTSD, pero no representa las opiniones de dicha organización.