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De la retórica a la realidad : Colaboración Sur-Sur en biotecnología de la salud
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Forum de Comercio Internacional - No. 2/2010

Un estudio realizado en seis países en desarrollo con importantes industrias de biotecnología de la salud puso de relieve el vasto potencial productivo de la cooperación en dicho sector. El surgimiento de la colaboración postcolonial Sur-Sur entre esos países está impulsando iniciativas conjuntas que rebasan el campo de la retórica política para configurar una sustancial realidad económica, pese a que los lazos internacionales con el Norte aún predominan en los países en desarrollo.

Tamaño de los mercados farmacéuticos del mundo

En el informe Emerging Influence: Industry in Figures1 de WorldPharma se estima que en 2008, el valor del sector farmacéutico se cifró entre $EE.UU. 105.000 y 115.000 millones en los mercados emergentes considerados en conjunto (incluidos Brasil, China, Federación de Rusia, India, México, República de Corea y Turquía), entre $EE.UU. 287.000 y 297.000 millones en Estados Unidos y entre $EE.UU. 162.000 y 172.000 millones en los cinco primeros países productores de la Unión Europea (Alemania, España, Francia, Italia y Reino Unido).

Crecimiento de los mercados en desarrollo

Aunque el mercado farmacéutico mundial experimentó un crecimiento moderado en 2008, los mercados desarrollados acusaron el impacto de la recesión global y regulaciones más estrictas. En cambio, los países en desarrollo lograron un aumento sustancial de las ventas. Ese año se previó que la tasa de crecimiento del sector farmacéutico ascendería de 1%-2% en Estados Unidos, el mayor mercado del mundo, de 3%-4% en los cinco países de la UE indicados en el párrafo anterior y que la tasa combinada de los mercados emergentes sería cinco veces superior, cifrándose en 14%-15%.

Colaboración Sur-Sur

Los países en desarrollo establecieron zonas de libre comercio y acuerdos comerciales centrados en el Sur, entre ellos, el Mercado Común del Sur en América Latina, el Mercado Común de África Oriental y Meridional, y el acuerdo trilateral entre Brasil, India y Sudáfrica. Empresas de varios países en desarrollo comenzaron a forjar alianzas para operar en sus respectivos mercados. La información sobre esos vínculos, las oportunidades que presentan y el eventual alcance de la cooperación en sectores con alto contenido científico como la biotecnología de la salud, ha sido escasa. En el estudio también se trató de determinar si la cooperación se limitaba al comercio o si comprendía iniciativas conjuntas de investigación y desarrollo, así como otras actividades de innovación.

A fin de comprender mejor el alcance y las características de la colaboración Sur-Sur en biotecnología de la salud, la Universidad de Toronto, con la participación de algunos socios de países en desarrollo, llevó a cabo una breve encuesta en 467 empresas de dicha industria en seis países en desarrollo con sectores biotecnológicos relativamente fuertes: Brasil, China, Cuba, Egipto, India y Sudáfrica.2 El objeto de la encuesta era saber si colaboraban con empresas u organizaciones de otros países de bajos y medianos ingresos y recabar datos al respecto. Respondieron 288 empresas, es decir, el 62% del total.

La encuesta reveló un nivel sorprendentemente alto de cooperación Sur-Sur, ya que más de una cuarta parte de las empresas (27%) indicó que trabajaba activamente junto a otros países en biotecnología de la salud. No obstante, la cooperación Sur-Norte sigue predominando; más de la mitad (53%) de las empresas indicó que colaboraba con países desarrollados. Las actividades conjuntas Sur-Sur se centran principalmente en las últimas etapas de la comercialización: un 72% mencionó la cooperación en la distribución y un 34%, en operaciones de marketing. Sólo el 13% de dichas actividades conjuntas se centra en investigación y desarrollo.

La mayor parte de la cooperación tiene lugar entre los países en desarrollo líderes en biotecnología de la salud. Las empresas brasileñas cooperan en forma relativamente intensa con China y Cuba. Las empresas chinas colaboran sobre todo con la India y las empresas indias mantienen vínculos frecuentes con Sudáfrica. Asimismo, Brasil trabaja en asociación con Argentina y Sudáfrica con Botswana. También es notable la amplia colaboración regional en materia de comercialización. Por ejemplo, las empresas sudafricanas mantienen relaciones de distribución y comercialización con más de 20 países africanos, entre ellos, Botswana, Namibia y Nigeria. Egipto colabora con una decena de países de África y con muchos países de Oriente Medio en materia de distribución y comercialización. La India tiene acuerdos de comercialización con otros países asiáticos como Pakistán y Sri Lanka. Brasil forjó numerosas alianzas de comercialización con otros países de América Latina y los países africanos de habla portuguesa. La colaboración Sur-Sur tiene una doble finalidad: fortalecer los lazos económicos regionales y potenciar la competitividad mundial de los principales países en desarrollo, productores de biotecnologías de la salud.

Las empresas de biotecnología de la salud de Cuba y Sudáfrica, los países más pequeños de los encuestados, son especialmente activas en la colaboración Sur-Sur. Sudáfrica ocupa el segundo lugar en cuanto al número de vínculos de cooperación y Cuba supera a China. Según resulta, el acceso a los mercados es la motivación principal, lo que subraya la necesidad de exportar que tienen dichas empresas para asegurar su viabilidad.

Dificultades de los países en desarrollo

Ahora bien, para poder participar en iniciativas de cooperación Sur-Sur, las empresas deben solventar diversos escollos; las entrevistas de seguimiento mostraron que les resulta difícil identificar a socios apropiados de otros países en desarrollo y poner en marcha mecanismos de colaboración. Encontrar datos suficientemente detallados sobre socios potenciales es tarea ardua y también puede serlo cimentar la confianza, sobre todo para aquellas empresas con capacidad y recursos limitados. Otros impedimentos mencionados son el tiempo excesivo y el alto costo del transporte transfronterizo de productos o ingredientes para la producción. Los esfuerzos de cooperación también tropiezan con otros obstáculos tales como los requisitos de los sistemas de reglamentación farmacéutica del respectivo país, la inmadurez de los sistemas de regulación o la gran diversidad de procesos regulatorios. Por último, las empresas de países con limitada capacidad científica señalaron que este problema y la falta de infraestructura de apoyo coartaban la cooperación orientada al desarrollo de productos biotecnológicos de bajo costo y subrayaron que esto último podría aumentar el costo final de los productos, así como dificultar y enlentecer el intercambio de bienes entre los colaboradores.

Oportunidades a través de la colaboración

Al trabajar juntos, los países en desarrollo utilizan sus respectivas ventajas para aumentar la disponibilidad de productos de biotecnología de la salud relativamente baratos en sus mercados. Por ejemplo, durante el brote de meningitis en África, en 2007, las empresas de biotecnología de Brasil y Cuba ofrecieron a los países africanos vacunas a precios asequibles que les permitieron contener la propagación de la enfermedad. La cooperación entre estos dos países favoreció la rápida elaboración de una vacuna eficaz en función de los costos para África y más barata que las vacunas de las multinacionales. En el África subsahariana se dispone hoy de tratamientos para la hepatitis, la tuberculosis, el paludismo y el VIH/SIDA, gracias a los productores de medicamentos genéricos de China e India. Empresas como Ranbaxy, Shanta Biotechnics y Holly-Cotec ofrecen alternativas baratas, lo que mejora el acceso a productos para la salud.

Es evidente que en varios países en desarrollo, la cooperación Sur-Sur en biotecnología de la salud está pasando de la simple retórica política a la realidad. Las empresas recurren a la cooperación Sur-Sur para llegar a mercados no tradicionales y mejorar su competitividad en materia de biotecnología. La cooperación Sur-Sur debería figurar en los programas de más empresas de países en desarrollo. Además, es un medio eficaz de suministrar productos de salud de menor costo, lo que debería interesar a donantes, organizaciones internacionales y organizaciones filantrópicas. Propiciando la colaboración Sur-Sur, los donantes pueden aprovechar la capacidad de los países en desarrollo de ofrecer productos más accesibles y útiles a escala local y ponerlos a disposición de más personas en el mundo en desarrollo.

1 Publicado en inglés, en www.worldpharmaceuticals.net/editorials/015_march09/WPF015_theemerging.pdf
2 H. Thorsteinsdóttir y otros, South-South Entrepreneurial Collaboration in Health Biotech, en Nature Biotechnology, vol. 28 (2010). pp. 407-416.

Agradecimientos: Los autores agradecen a las empresas que respondieron a la encuesta y aportaron generosamente pericia y tiempo. Este proyecto fue financiado por Genome Canada, a través del Instituto de Genómica de Ontario y el Centro Internacional de Desarrollo de la Investigación, con apoyo del Centro McLaughlin-Rotman para la Salud Global, centro académico de la Red Universitaria de Salud, y la Universidad de Toronto. Halla Thorsteinsdóttir cuenta con el apoyo de un premio para jóvenes investigadores de los Institutos Canadienses de Investigación en Salud.


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