La Sra. Nkamba-Van Wyk creó la Talking Beads Academy en 1997, con el propósito de preservar las tradiciones locales y ofrecer empleo a las mujeres sudafricanas. Hoy, las mujeres de las zonas rurales, organizadas en cooperativas, constituyen la mayoría de los miembros de la organización. “Talking Beads permite que las mujeres trabajen sin alejarse de sus familias ni trasladarse a zonas urbanas”, explica la Sra. Nkamba-Van Wyk.
El reto de la exportación
Ya en 1999, Talking Beads había impartido formación a tantas mujeres que el mercado local para sus productos a base de abalorios llegó al punto de saturación, por lo que la empresa decidió dar el salto a la exportación.En un comienzo, Talking Beads se concentró en Francia y los Estados Unidos. En el segundo de estos mercados tuvo más éxito, pues ya existía allí una demanda del tipo de productos confeccionados por Talking Beads.
Las dificultades del principiante
Inicialmente, Talking Beads tropezó con el escepticismo de los sectores empresariales tradicionales. Según éstos, las mujeres carecían de las cualidades necesarias para organizarse y producir, y por lo tanto no merecía la pena correr el riesgo de invertir en sus actividades.Los principales problemas de la empresa eran el escaso conocimiento de sus mercados de exportación, la falta de competencias técnicas para negociar acuerdos comerciales, la necesidad de no dejarse explotar por intermediarios y la falta de fondos para publicidad y promoción.
Para superarlos, consultaron libros sobre tendencias y dinámicas comerciales, acumularon recursos de sus ventas nacionales, reinvirtiendo las utilidades en formación, formaron asociaciones a nivel local y se unieron a redes internacionales. “Lo más importante fue que nunca aceptamos que el fracaso era posible”, dice la Sra. Nkamba-Van Wyk.
Talking Beads ha aprovechado las tecnologías de la información y las comunicaciones para aumentar sus utilidades gracias a una reducción del tiempo de respuesta a los pedidos, que a veces pueden perderse debido a un simple retraso de unas pocas horas.
La formación llega a zonas remotas
A pesar de que Talking Beads logró acumular recursos suficientes para impartir a las mujeres de zonas rurales una formación sobre desarrollo de productos y otras destrezas básicas, necesita ayuda para ofrecer otras competencias de gestión, mercadotecnia y exportaciones que garanticen la viabilidad de la empresa a largo plazo. La contribución de diseñadores familiarizados con el mercado europeo le permitiría adecuar su gama de productos y maximizar así las ventas de exportación.La organización espera llegar a costear la compra de una unidad de formación ambulante, que también le permita abastecer a las mujeres de zonas rurales apartadas con surtidos de abalorios y diseños, y capacitarlas para impartir formación. Asimismo, esta unidad debería prestar una atención sanitaria básica y realizar pruebas de VIH/SIDA. “Cuando se trabaja con personas de medios desfavorecidos, hay que comportarse no sólo como empresaria, sino como animadora social”, dice la Sra. Nkamba-Van Wyk.
Empresa: Talking Beads Academy
Sector: productos artesanales
Sede: Pretoria, Sudáfrica
Personal: 30 personas a tiempo completo; 4.500 a comisión
Ventas anuales: cerca de US$ 145.000
Exportaciones en total de ventas: 40%
Actuales mercados de exportación: Alemania, Austria, Brasil, Chile y Estados Unidos
Consejo a otras empresarias: “Hagan todo lo posible por desmentir las ideas preconcebidas acerca de las empresas dirigidas por mujeres. Estudien en detalle los mercados y las posibilidades de financiación. Capaciten a sus trabajadores. Formen redes y aprendan de la experiencia de otros. Concentren sus esfuerzos, y recuerden que para obtener ayuda basta una llamada o un correo-e.”
Entrevista realizada por Mary Treacy, Asistente de Redacción de Forum de Comercio.
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