Es una situación frecuente en los países en desarrollo: una empresaria tiene una idea prometedora, y tal vez simple, pero no puede llevarla a la práctica al no disponer de la tecnología necesaria. Aunque la idea sea brillante, y que los servicios de promoción comercial estén convencidos de su interés para toda la comunidad, el inmovilismo será más fuerte, y la brecha digital seguirá creciendo.
Aunque se reconozcan sus méritos – un nuevo proceso de fabricación de calzado, o servicios de información para pequeños agricultores –, es muy raro que estas iniciativas lleguen a realizarse. ¿Por qué?
Obstáculos
La respuesta es compleja. Consideremos, por ejemplo, los obstáculos inmediatos:- Déficit de financiación. El capital riesgo prefiere las empresas estables y de cierta importancia. Los bancos exigen casi siempre garantías de 100% (o más) para los préstamos, y cobran tasas de interés elevadas. El microcrédito no es suficiente para crear una empresa.
- Calificaciones técnicas. Los máster en gestión de empresas no abundan, y también escasean los conocimientos y la capacitación necesarios para desarrollar las tecnologías de la información y las comunicaciones (TIC). Esto impide convertir las buenas ideas en actividades coherentes y sostenibles.
- Marco de políticas. El tercer obstáculo resulta de la falta de infraestructuras y de políticas poco favorables a la empresa. Un entorno normativo adverso puede frenar a los empresarios más hábiles y solventes.
Una respuesta
Las asociaciones entre las autoridades, la sociedad y el sector privado generan sinergias de gran utilidad. Ejemplos de tal complementariedad son la DOT Force del G8, que promueve oportunidades digitales, el Grupo de Tareas de las Naciones Unidas sobre las TIC y la Iniciativa Global sobre la Brecha Digital, del Foro Económico Mundial.El sector privado internacional es una fuente aún inexplotada de recursos y conocimientos, como su ética de desarrollo, basada en el crecimiento sostenible de las empresas. Este sector reconoce cada vez más la responsabilidad que le incumbe en la sociedad, así como los beneficios que entraña la apertura de nuevos mercados en los países en desarrollo. De ahí que la gran empresa esté asumiendo un papel más dinámico y, en algunos casos, protagónico.
Charles Sirois, Presidente y Director General (CEO) de Telesystem, y Presidente Director General interino de Enablis, recuerda la primera reunión de la DOT Force: “Al comienzo, las perspectivas del sector privado, las ONG y los gobiernos eran diferentes. Pero pronto se pusieron de manifiesto las motivaciones comunes, y se instauró un clima de cooperación.”
Las empresas y los grupos de la sociedad civil a nivel local son la principal fuente de conocimientos. Los gobiernos son los únicos actores que pueden crear el entorno de políticas propicio y disponer de los recursos de financiación necesarios.
Sobre esta base, Accenture, Hewlett-Packard y Telesystem fundaron Enablis, organización sin fines de lucro que colabora con los gobiernos y la sociedad civil de los países en desarrollo en actividades a favor de la pequeña empresa. Enablis facilita crédito y apoyo empresarial y técnico a las PYME, para estimular sus operaciones comerciales mediante el uso de tecnologías. Pronto se establecerá su primera unidad operativa en Sudáfrica, que servirá de base regional de operaciones para el África meridional. Enablis se ha propuesto llegar a ser una organización mundial.
Grupos que tratan de reducir la brecha digital
Enablis – http://www.enablis.org
Iniciativa Global sobre la Brecha Digital – http://www.weforum.org/site/homepublic.nsf/Content/Global+Digital+Divide+Initiative
Grupo de Tareas de las Naciones Unidas sobre las TIC – http://www.unicttaskforce.org
Bridges.org – http://www.bridges.org
Luke Williams () es Director General de Operaciones de Enablis; Armen Ovanessoff () trabaja para Accenture (Políticas y Asuntos Empresariales).