En Canadá, los sectores público y privado respaldan esa participación y reconocen que las mujeres y sus empresas son una fuerza económica cada vez más influyente a escala mundial.
Las canadienses y las microempresas
Canadá es uno de los países que más fomenta la iniciativa empresarial de la mujer. Según un estudio reciente, las canadienses figuran entre las más emprendedoras de la zona de la Organización para la Cooperación y el Desarrollo Económicos (OCDE). En los últimos 20 años, el número de empresarias aumentó más de 200% en Canadá.
Desde 1997, la tasa de pequeñas y medianas empresas (PYME) creadas por mujeres es casi el doble que aquella de los hombres. El Ministerio de Industria informa que en 2004, las mujeres poseían total o parcialmente el 47% de las PYME canadienses.
Un estudio reciente del Royal Bank of Canada muestra que si las canadienses dispusieran de las mismas condiciones y oportunidades que los hombres en el mercado laboral, sus ingresos personales aumentarían US$ 168.000 millones, otras 1,6 millones podrían encontrar empleo y el producto interno bruto aumentaría un 21%. Cifras como éstas deberían hacer reflexionar a líderes del gobierno, economistas y empresarios. Pero, ¿es así?
Según otro estudio reciente sobre las dificultades de género en el sector de las tecnologías avanzadas, la proporción de mujeres en puestos de alta dirección es sensiblemente inferior a la de hombres. En dicho estudio, publicado por la Facultad de Gestión de la Universidad de Ottawa y el Foro de la Alianza Canadiense de Mujeres en Actividades Tecnológicas Avanzadas, se examinan las diferencias de género en la creación de empresas, las prácticas de gestión y los resultados empresariales.
Vida laboral y vida familiar
Equilibrar la vida laboral y la vida familiar es una de las principales dificultades para el éxito de las mujeres en el sector de las tecnologías avanzadas, sean asalariadas o empresarias. De hecho, el 60% de las empresarias encuestadas considera que es uno de sus problemas principales, junto con la insuficiente capacitación para ejercer funciones de gestión y la escasez de asesoras profesionales.
Aunque hay más mujeres propietarias de PYME, sus empresas suelen ser más pequeñas, se encuentran en sectores más nuevos, están concentradas en los servicios y en término medio son menos rentables que aquellas de hombres.
Las exportadoras canadienses generan casi el 40% de sus ventas en mercados extranjeros. Sus actividades se concentran en los socios comerciales más importantes de Canadá: Estados Unidos, Asia y Europa. Lógicamente, Estados Unidos es el mercado dominante y allí opera el 74% de exportadores canadienses; el 60% tiene actividades en Asia y el 58% en Europa. Si bien el número de exportadoras sigue creciendo, más de la mitad (57%) indica que tropieza con problemas de género a la hora de exportar. Los dos más citados son las diferencias culturales y el hecho de que no se las considere con la debida seriedad en cuanto empresarias.
Creación de condiciones para el éxito de las mujeres
Desde que fuera creado en 1976 para coordinar las políticas sobre la situación de la mujer y administrar los programas conexos, el organismo federal Condición Femenina Canadá (CFC) viene trabajando con sus asociados gubernamentales, no gubernamentales y del sector privado, y ha influido en las principales políticas e iniciativas que favorecieron significativamente a las mujeres y niñas del país.
Recientemente, Helena Guergis, Secretaria de Estado (Condición femenina), fue nombrada al frente de CFC. Con un marcado interés por la problemática de la mujer y ex propietaria de una pequeña empresa, la Sra. Guergis asumió la dirección cuando ese pequeño pero dinámico organismo estaba emergiendo de un período de cambio y reestructuración radicales. Puesto que en muchos aspectos de la vida canadiense seguía habiendo grandes diferencias de género, se procedió a racionalizar y modernizar las operaciones de la CFC para que pudieran responder mejor a las expectativas de la población, suplir las necesidades cambiantes de mujeres y hombres y, más concretamente, superar los obstáculos que impedían la plena participación de la mujer en todos los aspectos de la vida nacional.
Hoy en día, la CFC se rige por tres orientaciones estratégicas: mejorar la seguridad y la prosperidad económicas de la mujer; reforzar su seguridad y protección personales, y fomentar su participación en cargos de liderazgo e instancias decisorias.
La CFC promueve la responsabilización de la mujer en la fuerza de trabajo, alienta su participación en carreras no tradicionales y brega por la igualdad de acceso al empleo y las prestaciones parentales. Todo ello exige respaldar eficiente y concretamente la iniciativa empresarial de la mujer a escala nacional y mundial. Al respecto, la CFC y sus asociados ayudan a las mujeres a mejorar sus conocimientos financieros y económicos, desarrollar aptitudes comerciales y de liderazgo, obtener asesoramiento profesional de otras mujeres y prosperar en la economía y la sociedad.
Además de reforzar la protección y seguridad personales de las mujeres influyendo en las políticas y los programas gubernamentales, la CFC financia entidades comerciales y organizaciones sin fines de lucro que llevan a cabo proyectos adaptados a las necesidades de las niñas y las mujeres, principalmente, en las esferas de lucha contra la violencia, prosperidad económica y capacitación para el liderazgo. Colaboran con la CFC entidades como la Asociación de Mujeres Nativas de Canadá y Sisters in Spirit, iniciativa dinámica y popular que lucha contra la violencia de que son objeto las aborígenes.
La CFC alienta a las mujeres a ejercer funciones de liderazgo y toma de decisiones, intensificando la colaboración con las autoridades, el sector privado y la colectividad canadiense en general para lograr que estén plenamente representadas en las instancias decisorias de las empresas y el gobierno. Asimismo, promueve activamente la formación de líderes entre mujeres y niñas para que adquieran competencias que les permitan influir en los pasillos del poder y los mercados mundiales.
Se establecieron nuevas formas de cooperación con los principales departamentos gubernamentales, sobre todo con aquellos que inciden en la vida cotidiana de las niñas y mujeres canadienses. De ahí que la CFC también colabore estrechamente con los organismos federales de asuntos económicos y sociales. Uno de los vínculos más fructíferos y mutuamente beneficiosos es el que mantiene con el Departamento de Relaciones Exteriores y Comercio Internacional (DFAIT por su sigla en inglés). En enero de 2008, una delegación comercial de empresarias patrocinada por dicho departamento visitó Jamaica y Barbados; esa exitosa misión fue dirigida por la Sra. Guergis, en calidad de Secretaria de Estado de Relaciones Exteriores y Comercio Internacional.
Socios de la prosperidad de la mujer
En Canadá, las PYME tienen que abrirse camino entre los numerosos recursos y programas disponibles para quienes tienen necesidades particulares, tarea que puede resultar abrumadora para las empresarias no tradicionales.
Hace 10 años, frente a las nuevas tendencias mundiales de la comercialización, los cambios demográficos, el creciente interés de las mujeres por el empleo independiente y flexible, y los rápidos avances tecnológicos, el Gobierno de Canadá impulsó diversos programas de promoción de las exportaciones concebidos para informar a las mujeres acerca de las oportunidades del comercio internacional y ayudarles a operar en mercados extranjeros. Desde entonces, el DFAIT patrocinó misiones comerciales de mujeres a algunas ciudades de Estados Unidos (Washington, Los Ángeles y Chicago) Australia, Reino Unido, Jamaica y Barbados. Esa experiencia les permitió familiarizarse con los mercados locales, confrontarse a culturas empresariales de distinta índole, establecer contactos con empresas y perfeccionar sus conocimientos de comercio internacional.
Cuando la Sra. Guergis dirigió la misión comercial a Jamaica y Barbados, ya tenía en su haber una larga lista de logros políticos como miembro del Gabinete y, antes, como opositora crítica de los problemas mundiales y el comercio internacional. Tras ocupar el cargo de Secretaria Parlamentaria del Ministro de Comercio Internacional (enero de 2006-enero de 2007), fue promovida a Secretaria de Estado de Relaciones Exteriores y Comercio Internacional (con funciones adicionales en el deporte aficionado). Las mujeres y el comercio fue uno de sus temas prioritarios. En junio de 2008, en el marco de los esfuerzos del Gobierno por diversificar sus fuentes de abastecimiento, dirigió la misión comercial de empresarias del sector alimentario de la región oriental del Canadá que visitó Filadelfia y Nueva York.
Empeñada en crear condiciones favorables a la prosperidad de las mujeres, la CFC trabaja con otras entidades para lograr que las propietarias de empresas obtengan la certificación de WEConnect Canada (véase el artículo de la página 28), entidad empresarial de mujeres creada recientemente. (Se entiende por empresa de mujeres aquella cuyo 51% como mínimo pertenece o está gestionado o controlado por una o varias mujeres. El concepto fue definido por el Consejo Nacional de Empresas de Mujeres de Estados Unidos.) La diversidad de los proveedores aumenta las oportunidades comerciales de grupos subrepresentados como las mujeres, las minorías y los pueblos aborígenes. Esa certificación permitiría que las empresarias canadienses que quieran ampliar sus actividades tuvieran acceso a las cadenas de suministro del Reino Unido y Estados Unidos.
Mujeres e iniciativa empresarial a escala mundial – Comerciar en igualdad de condiciones
Abundan ejemplos de iniciativas cuya finalidad era aumentar el número de empresarias, administradoras y jefas de empresa en los países desarrollados y países en desarrollo.
Por ejemplo, en marzo de 2008, la empresa Goldman Sachs anunció que en cinco años invertirá US$ 100 millones en la iniciativa global “10.000 mujeres”. Se trata de propiciar la cooperación de universidades de Estados Unidos y Europa con escuelas de negocios de países como Afganistán, Egipto, India, Kenya, Nigeria, Rwanda y Tanzanía para impartir a 10.000 mujeres una formación de alta calidad en técnicas empresariales y de gestión. Goldman Sachs está forjando alianzas similares en Estados Unidos para ayudar a mujeres desfavorecidas dentro de sus propias fronteras.
Cada vez resulta más difícil ignorar el planteamiento de organizaciones como la Alianza Internacional para la Mujer (TIAW por su sigla en inglés). Con más de 50.000 miembros en todo el mundo, la TIAW une, apoya y alienta a mujeres profesionales y sus redes a colaborar entre sí, compartir recursos y aprovechar ideas para promover la autonomía económica de la mujer. En 2008, el Premio World of Difference de la TIAW se atribuyó a Haifa Al Kaylani, fundadora del Foro Internacional de la Mujer Árabe, por toda su carrera. “Cada año, la TIAW celebra la trayectoria de una mujer dinámica, reconociendo la fuerza que cada persona tiene para hacer un aporte especial a la promoción de la condición femenina”, dijo la Sra. Al Kaylani (véase el artículo de la página 41).
Las empresarias y el futuro
Al crear condiciones favorables a la prosperidad de las mujeres, tanto a escala nacional como internacional, la CFC y sus asociados contribuyen a la prosperidad de toda la nación. Cada oportunidad y facilidad que ofrecemos a las mujeres para iniciar negocios, mantenerlos y llegar a los mercados mundiales, es un aporte al vigor de nuestra economía en general. En estos tiempos de incertidumbre, que algunos ya denominan crisis económica mundial, el creciente colectivo de empresarias canadienses, bien capacitadas y altamente motivadas, está preparado para ejercer una influencia positiva y significativa.
La voluntad está ahí. Ahora, nuestra labor consiste en lograr que las mujeres ocupen un lugar central en los mercados mundiales.
PERICIA EN CONDICIÓN FEMENINA CANADÁ
Clare Beckton es abogada, escritora, académica y funcionaria de carrera. Desde que en 1984 ingresara en la Sección de Derechos Humanos del Departamento de Justicia del Canadá ha tenido una trayectoria impecable en el Gobierno de su país. En 2005, interrumpió su trabajo para terminar la tesis sobre liderazgo con la que obtuvo un Máster en Administración Pública de la Facultad de Gobierno Kennedy de la Universidad de Harvard, gracias a una beca Fulbright; actualmente, es miembro de la Junta de Liderazgo de la Mujer de dicha facultad. En 2008, Federated Press la designó Mujer del Año por su aporte excepcional y destacado liderazgo de una canadiense y, recientemente, figuró en la lista de las “100 mujeres más influyentes” de Canadá establecida por la Red de Mujeres Ejecutivas.
En calidad de coordinadora/administradora general de Condición Femenina Canadá, la Sra. Beckton aporta sus competencias y experiencia a diversos foros nacionales e internacionales como la citada red que asesora sobre cuestiones de género a dirigentes del mecanismo de Cooperación Económica Asia-Pacífico y asegura que se tenga en cuenta a las mujeres en la formulación de políticas y perspectivas económicas y comerciales de ámbito regional.
También forman parte del equipo de expertas de la CFC: Dawn Nicholson-O’Brien, coordinadora adjunta, de espíritu innovador y con muchos años de experiencia en la creación de asociaciones público-privadas; Judith Gelbman, principal asesora política, economista formada en la Escuela de Economía de Londres y especialista en comercio internacional, que desde hace algún tiempo se ocupa de relaciones internacionales en los campos de la energía y el comercio mundial, y Jill Thomson, asesora especial, experta en propuestas de proyectos en las esferas de diversificación de proveedores, permanencia y promoción de mujeres en empresas de alta tecnología y participación democrática de la mujer.