Hay veces en que un momento de crisis puede convertirse en una oportunidad. Un ejemplo perfecto de ello lo encontramos en el programa de alojamiento en casas de familia, iniciado en la Ladakh rural en 2002, cuyo objetivo es aprovechar el potencial local para sustentar la conservación y las comunidades. Iniciado por el Fondo de la India para la Conservación del Leopardo de las Nieves, dicho programa se estableció debido al creciente peligro que suponían para la supervivencia de esta especie los métodos empleados por los granjeros para defenderse de sus ataques.
Estos granjeros, que trabajaban muy duro para ganarse el sustento, se beneficiaban poco y nada del creciente volumen del turismo en la región. Además, sus medios de subsistencia se veían amenazados por la cantidad cada vez mayor de reses que devoraban los leopardos de las nieves: 12,4% del ganado, lo que equivalía a una pérdida anual de US$ 23.250. En represalia, la matanza de leopardos de las nieves era moneda corriente.
La necesidad de poner freno a esa matanza impulsó la iniciativa del citado Fondo que dio lugar a una serie de reuniones con los vecinos para intercambiar propuestas; allí nació la idea de que el turismo podía ser una opción viable que contribuyera a complementar los medios de subsistencia. Habida cuenta de las posibilidades locales, los vecinos decidieron que un programa de alojamiento en casas de familia sería el mejor medio de aprovechar sus recursos y ganar más ingresos. Además, les ayudaría a recuperar el costo de las pérdidas de ganado y les permitiría invertir en infraestructura y servicios como la gestión de residuos y la forestación.
Se diseñaron viviendas con el propósito concreto de ayudar a conservar y compartir el estilo de vida y los valores del Ladakh, y servir comidas tradicionales. Los diseños se basaron en conceptos ecológicos y el costo de las obras de renovación fue módico.
En el primer año del programa, 17 turistas fueron acogidos por cuatro familias de Rumbak; en 2007, las cifras habían pasado a 700 turistas acogidos por más de 100 familias de 20 pueblos situados en los principales hábitats del leopardo de las nieves o sus inmediaciones, a saber: el Parque Nacional de Hemis, Sham, Zanskar y Spiti. En poco más de seis años, la mentalidad cambió y ahora el leopardo de las nieves ya no se considera una plaga sino un valioso activo turístico que vale mucho más vivo que muerto. Con un promedio de US$ 500 de ingresos anuales por familia, el programa ofreció incentivos a la población para que creara pastizales reservados a animales salvajes como la oveja azul y el amenazado argalí tibetano.
Programas como éste no sólo mejoran los medios de subsistencia rurales, gracias al acceso al mercado de turismo, también ofrecen a los turistas la posibilidad incomparable, auténtica y barata de experimentar y estar en contacto con la cultura local, a lo que se añade el beneficio de saber que están haciendo un aporte importante a la comunidad. Un reciente estudio de mercado del Fondo mostró que de los más de 500 visitantes que hacían senderismo por el Parque Nacional de Hemis, el 60% prefería las casas de familia a los albergues y las tiendas de campaña, les entusiasmaba descubrir la comida local y se interesaban por los inodoros composteros.
El programa recibió un apoyo anual de US$ 10.000 durante cinco años hasta que pasó a ser autosuficiente desde el punto de vista financiero y organizacional. Su éxito se debe a la participación de empresarios privados y a la vigorosa asociación entre ellos, las comunidades locales y la citada organización no gubernamental. Sin un negocio viable para las comunidades, tales logros de conservación no habrían sido posibles. Hoy en día, el programa sigue adelante como un negocio viable y próspero para las comunidades rurales y, además, contribuye a respaldar algunas otras actividades del Fondo de la India para la Conservación del Leopardo de las Nieves.
Más información en: www.snowleopardindia.org