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Tendencias del comercio electrónico
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La información obtenida en la Internet puede contribuir al aumento de la eficacia comercial.

Forum ha venido examinando regularmente las distintas dimensiones de la Internet, hoy omnipresente en la labor del CCI. Los artículos de este número complementan el análisis del número anterior, que se centró en la evolución de la red y en diversos consejos prácticos, ejemplos, referencias y opiniones de expertos que interesan a los exportadores e importadores de los países en desarrollo. Ahora, cedemos la palabra a los profesionales (secciones Exportar Mejor y Asociados: Actividades y Opiniones), y damos cuenta de las últimas actividades del CCI relativas a la Internet (véase Primer Plano), así como de las reacciones de los asistentes al Café Internet organizado hace poco en Senegal (El CCI y la Internet).

1. La Internet ha crecido con una rapidez sin precedentes en la historia reciente de la tecnología.

La utilización de la Internet sigue su acelerada expansión en todo el mundo. De 1993 a 1997, el número de computadoras conectadas a la red pasó de uno a 20 millones; en el año 2001, este total debería llegar a 120 millones.

Según diversas estimaciones, en 2001 la cifra de negocios de la Internet se situará entre 1,3 y 3,3 % del producto interior bruto mundial, y su cuantía será equivalente a la de las economías de Australia y los Países Bajos tomadas en conjunto.

2. La intensidad del uso de la Internet corresponde aproximadamente al nivel de desarrollo económico.

Canadá, los países nórdicos y los Estados Unidos fueron los primeros en adoptar las tecnologías de la red. Hoy, les siguen de cerca muchos otros países de la Unión Europea, Australia, Hong Kong Región Administrativa Especial de China, Japón, Nueva Zelandia, la República de Corea, Singapur y la Provincia china de Taiwán.

En los países en desarrollo, como los de Asia Sudoriental, Argentina, Brasil y China, y en algunos Estados insulares como Barbados, Fiji y Tonga, la Internet también se ha extendido rápidamente desde 1996, a pesar de que su crecimiento sigue tropezando con problemas relativos a la infraestructura de las telecomunicaciones.

En cambio, es poco probable que en los próximos años la red tenga una influencia significativa en algunos países que siguen entorpeciendo deliberadamente su implantación.

3. La Internet es un formidable instrumento comercial.

El menor costo de las comunicaciones y la mayor rapidez de la colocación de mercancías y servicios en el mercado que se logran gracias a la red han convertido a la Internet en un valioso recurso para el comercio internacional. Su capacidad para transmitir, a bajo costo, información de prácticamente cualquier tipo en formatos digitales permite alcanzar niveles de eficacia que las empresas pueden aprovechar para ofrecer precios más bajos a sus clientes. La red facilita también la gestión de las cadenas de aprovisionamiento de mercancías y servicios en el comercio transfronterizo, y permite recortar los gastos fijos de comercialización, transporte y distribución.

La Internet ofrece además nuevas oportunidades para mejorar la calidad de los servicios, factor cada vez más decisivo para el desarrollo satisfactorio de las operaciones comerciales entre empresas y entre éstas y los consumidores.

4. La Internet, nueva plataforma del comercio mundial.

Conforme la Internet prosigue su perfeccionamiento tecnológico y resuelve problemas con fiabilidad y rapidez, sus posibilidades de uso se amplían hacia todas las formas imaginables del comercio de mercancías y servicios.

Son muchas las grandes empresas que han integrado las técnicas de comunicación en línea en los sistemas más antiguos de intercambio electrónico de datos (IED), estableciendo nuevas estructuras comerciales basadas en la Internet para la gestión de las cadenas de aprovisionamiento y otros medios reguladores de existencias.

Los demás sistemas de comercialización, como los mercados financieros y de productos básicos, han comenzado a adoptar plataformas basadas en la Internet. La aparición de servicios de globalización de la oferta y la demanda, como las agrupaciones de compra y las subastas en línea, están conduciendo a los mercados por derroteros que eran impracticables antes del advenimiento de la Internet.

5. Todavía no conocemos el verdadero potencial de la Internet.

Más y más países utilizan la red con fines comerciales, didácticos y de interacción social, al tiempo que sus efectos se hacen sentir en nuevos sectores de la economía. Todo indica, pues, que la influencia de la Internet en el comercio internacional seguirá creciendo con suma rapidez.

Según encuestas hechas en los Estados Unidos, contrariamente a la creencia de que la Internet es un medio de comunicaciones no profesional (correo electrónico privado, juegos, conversaciones en línea, etc.), el volumen de transacciones económicas efectuadas por la red es en realidad mucho más importante que el de los intercambios sociales, en una proporción que pudiera ser hasta cuatro veces mayor. Sus repercusiones más importantes serán las mejoras de eficacia y rendimiento de las empresas que utilicen la Internet para racionalizar sus estudios de productos y mercados, modernizar la producción y la comercialización a nivel mundial, formar y consolidar alianzas comerciales, y optimizar la cadena de agregación de valor, desde los proveedores hasta los consumidores finales.

Cabe prever, entonces, que la Internet ejercerá una influencia creciente en el comercio, y que las innovaciones en este campo serán mucho más importantes que las destinadas a los usuarios privados.

6. ¿Cuáles son los campos de máximo crecimiento?

Aunque la venta de mercancías — como libros o música — es la dimensión más visible de la expansión del comercio electrónico, los mayores avances se han registrado en los servicios de abastecimiento y distribución, en especial de programas informáticos, productos financieros, enseñanza, esparcimiento y prestaciones profesionales.

También las empresas manufactureras están empezando a usar la Internet para administrar las cadenas mundiales de aprovisionamiento que se originan en los Estados Unidos, Europa y algunas zonas de Asia Oriental.

Los sectores de la distribución comercial y los servicios logísticos se ocupan de las corrientes de mercancías y las correspondientes «contracorrientes» de información sobre dichas mercancías y su circulación. La eficacia de estos sectores está aumentando espectacularmente gracias a los métodos de transmisión de datos por Internet, que reducen los costos de transporte, seguros y trámites aduaneros.

Estas mejoras en la cadena de aprovisionamiento han hecho posible la venta al detalle directa y mundial de artículos de consumo como vestimentas, alimentos elaborados y artículos sanitarios.

Todo indica que la Internet se convertirá — por lo menos para algunos productos básicos — en una importante plataforma comercial a través de la cual los productores, compradores y autoridades comerciales podrán reforzar sus vínculos con los clientes finales extranjeros, optimizando la circulación de información en algunos mercados especialmente sensibles a las fluctuaciones de precios.

7. Las pequeñas empresas y las explotaciones rurales podrían figurar entre los mayores beneficiarios.

Al reducir los costos de transacción, la Internet ofrece a las pequeñas y medianas empresas oportunidades sin precedentes para comerciar con el extranjero. Asimismo, permite que muchas comunidades rurales y de provincia revitalicen sus bases económicas. El aprovechamiento inteligente de la red puede crear nuevas posibilidades, al disponer los agricultores, los pequeños empresarios y la colectividad de un medio para presentar al mundo entero una buena imagen de sus comunidades, abrir centros de información sobre la producción y la oferta locales, establecer empresas de ámbito mundial y crear nuevos productos y servicios.

8. La difícil evaluación de los beneficios.

Lo paradójico es que se dispone de muy pocos datos sobre el valor agregado por estas innovaciones comerciales. Esta fue una de las razones que llevaron al CCI a escoger el comercio electrónico como tema de su primera Conferencia Virtual (véase el artículo de la pág. 23). De hecho, muy pocas empresas — estén o no usando Internet —han efectuado una evaluación precisa de los beneficios que pueden sacar de la red. Por cierto, muchas no sabrían cómo abordar tal evaluación.

Por una parte, es fácil medir los incrementos de ventas y el cociente ingresos/costos en relación con las nuevas ventas generadas por la Internet, pero otra cosa es evaluar los beneficios intangibles propios de la red. Por ejemplo, ¿cómo cuantificar las utilidades que podrían derivarse de las alianzas estratégicas formadas en la Internet para promover nuevos productos o servicios? ¿Cómo medir la ventaja comparativa que constituye el acceso instantáneo de los clientes, desde cualquier parte del mundo y a cualquier hora del día?, ¿O qué valor atribuir a las nuevas facilidades para tomar parte en licitaciones públicas o para obtener documentación técnica?

Si bien es cierto que estos aspectos tal vez no tienen un valor monetario directo, y quizás nunca figuren en las estimaciones sobre el comercio en línea, son sin duda muy importantes.

9. Los negocios son los negocios.

El comercio por medio de la Internet, como las demás formas de intercambio transfronterizo, puede ser afectado positiva o negativamente por las políticas de cada país.

Hay abundantes barreras potenciales al comercio electrónico, pero hasta ahora la menos importante ha sido el mecanismo tradicional de imposición a las mercancías. En 1998, la reunión de nivel ministerial de la Organización para la Cooperación y el Desarrollo Económicos (OCDE) confirmó que los países industrializados no iban a aplicar gravámenes a las corrientes transfronterizas de información por Internet. Por supuesto, seguirán sometidas a imposición — como los aranceles aduaneros — las mercancías y los servicios que transiten por las fronteras como resultado de las transacciones hechas en la Internet.

Sin embargo, existen otras barreras que pueden oponerse a la apertura de los mercados electrónicos. Algunos países imponen restricciones o fuertes impuestos a la publicidad o a la prestación de servicios financieros, a la vez que protegen a los servicios (monopólicos) de telefonía frente a la competencia de la Internet. En otros, se controla estrictamente o se fijan impuestos elevados a la difusión pública de materiales de información empresarial. Por último, los hay también que restringen el acceso a la red ejerciendo un control sobre la difusión de material de contenido cultural delicado.

Peter Gallagher, Jefe de una empresa de consultoría australiana especializada en las aplicaciones comerciales de la Internet y autor de «Guide to the World Trading System», obra del CCI difundida en línea, actuó como moderador de la Conferencia Virtual sobre Comercio Electrónico organizada por el Centro. Su e-mail es:


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