Reconociendo la importancia que reviste proteger los bosques, se crearon el Programa de colaboración de las Naciones Unidas para la reducción de emisiones de la deforestación y la degradación de bosques (Programa ONU-REDD) y el Plan de Acción de la Unión Europea para Aplicación de leyes, gobernanza y comercio forestales (EU-FLEGT por su sigla en inglés) destinados a frenar la deforestación en los países en desarrollo para contribuir a mitigar el cambio climático.
El Programa ONU-REDD
ONU-REDD es una iniciativa de colaboración de la FAO, el PNUD y el PNUMA. En este programa se reconoce la importante función que cumplen los bosques sanos y bien gestionados en la mitigación del cambio climático. El objetivo es alentar a los países en desarrollo para que protejan, gestionen mejor y aprovechen idóneamente sus recursos forestales, asignando un valor financiero al carbono almacenado en los bosques para que los árboles tengan mayor valor en pie que talados. El Programa se inició en 2008 y apoya actividades REDD+ en nueve países de Asia, África y América Latina. En el plano nacional, ONU-REDD respalda a los gobiernos en la elaboración y aplicación de estrategias nacionales REDD+ con la participación activa de todas las partes interesadas, entre ellas, las poblaciones indígenas y otras comunidades dependientes de los bosques. El Programa ofrece asesoría técnica sobre medios de abordar la deforestación y la degradación de los bosques, así como métodos y herramientas para medir y controlar las emisiones de GEI y los flujos de carbono forestal.
En el plano internacional, el Programa ONU-REDD congrega a equipos técnicos de todo el mundo para definir enfoques, análisis y directrices comunes REDD+. Además, en el marco del programa se entiende sensibilizar y forjar consenso en cuanto a la importancia de incluir un mecanismo REDD+ en el acuerdo post-2012 relativo al cambio climático.
Según Yemi Katerere, Subdirector General de la Secretaría del Programa ONU-REDD, las asociaciones cultivadas en 2009 con países y socios internacionales de dicho programa sientan sólidas bases para que los países puedan transformar sus economías nacionales en sendas de desarrollo de bajo carbono en beneficio de sus habitantes y el medio ambiente.
Más información en www.un-redd.org
EU-FLEGT: Restricciones a la importación de madera ilegal
La política de la UE para combatir la tala ilegal y el comercio asociado a esa práctica se definió en el Plan de Acción FLEGT de 2003 que consta de tres elementos básicos: concluir “acuerdos voluntarios de asociación” con países productores de madera para mejorar la gobernanza de los bosques y la transparencia de su sector forestal, alentar a los Estados miembros de la UE para que apliquen prácticas públicas de adquisición que den preferencia a la madera y los productos madereros cuya legalidad se pueda verificar, y medidas adicionales para abordar el problema de la tala ilegal y el comercio asociado a esa práctica a fin de prevenir la comercialización de madera obtenida ilegalmente.
En 2008, se presentó una propuesta de reglamento para minimizar el riesgo de entrada de madera y productos madereros ilegales en la UE. En dicha propuesta se exige que los comerciantes indiquen el país de origen y garanticen que la madera que venden se taló de conformidad con las leyes del país en cuestión. Eso permite a los miembros influir en la tala ilegal y enviar un mensaje claro a los proveedores del mercado europeo, al tiempo que aumenta la protección de los bosques, en particular, los de aquellos en países en desarrollo que exportan productos forestales a la UE.
Véase el sitio web en inglés en http://ec.europa.eu/environment/forests/illegal_logging.htm
Datos sobre los bosques*
- El área total de bosque en el mundo es de algo más de 4.000 millones de hectáreas (ha), o sea, el 31% de la superficie total de la tierra
- En todo el mundo, las existencias de carbono en la biomasa forestal se redujeron en una cantidad estimada de 0,5 gigatoneladas de carbono por año durante el período 2005-2010
- Los bosques primarios representan el 36% del área de bosque, pero han disminuido en más de 40 millones de hectáreas desde el año 2000, lo que en gran parte se debe a la reclasificación del bosque primario a “otros bosques naturalmente regenerados” debido al aprovechamiento selectivo y otras intervenciones humanas
*Fuente: FAO