La economía mundial está cambiando tanto que no sería exagerado decir que sus placas tectónicas se están moviendo. Tras un período prolongado y a veces violento surgen nuevas alturas y bajan las existentes. En algunas partes del mundo en desarrollo se obtienen beneficios rápidamente; China encabeza la lista en la que también figuran la India, el Sudeste asiático y Brasil. África, incluida Sudáfrica, forma parte de esa tendencia y experimenta un nuevo dinamismo que propulsa el crecimiento económico.
Por el contrario, en los países desarrollados avanzados hubo una desaceleración; las tasas de crecimiento son bajas, las recuperaciones inciertas y los analistas prevén que esa tendencia persistirá por lo menos durante la próxima década. Todo ello tiene consecuencias demostrables en los patrones del comercio global. En Sudáfrica, durante la recesión de 2009, las exportaciones a la Unión Europea y Estados Unidos disminuyeron casi 30% mientras que las exportaciones a China e India aumentaron compensando en parte la reducción de las exportaciones al mundo desarrollado. Esa experiencia es coherente con la tendencia más amplia del comercio africano.
Además de la desaceleración generalizada, en el mundo desarrollado disminuyeron las perspectivas de crecimiento del consumo a crédito. A su vez, un país como China se propone mejorar el equilibrio entre el crecimiento de los mercados interno y externo en medio de una situación de aumento de salarios y una política de importación mejor sintonizada, ejes de los grandes cambios en curso. También es probable que aumente el crecimiento del comercio entre países en desarrollo, sobre todo entre aquellos avanzados.
Aunque cabe esperar evoluciones positivas que propicien el aumento de la demanda de importaciones de otros países en desarrollo que China, tal vez no basten para compensar la debilitada demanda del mundo desarrollado. De ahí que en el caso del comercio se plantee la cuestión de volumen versus valor.
Gabriel Palma, economista residente en Cambridge, utilizó la analogía del vuelo de los gansos y el andar de los patos para mostrar el desempeño de diversos países y dónde encontrar beneficios comerciales potencialmente altos. Veamos otro ejemplo, ¿es realmente importante que un país exporte chips de computadora o papas chips? Sí, por la diferencia fundamental del impacto en las perspectivas de crecimiento. De hecho, las perspectivas de aumentos del volumen han de considerarse en términos más modestos que antes, mientras que la cuestión del valor y la competencia cobra mayor significado en el comercio.
Tomando el ejemplo de China, ¿cuál es el balance entre el crecimiento del mercado interno y el crecimiento de las exportaciones? La respuesta es más compleja que un mero bueno para el segundo y malo para el primero. Otra cuestión relacionada es la integración regional, cuestión crítica para los países africanos. El tratado de libre comercio entre la Comunidad de África Meridional para el Desarrollo, el Mercado Común de África Oriental y Meridional, y la Comunidad de África Oriental es una oportunidad fascinante. Cuando entre en vigor, será una zona de libre comercio que literalmente irá de Ciudad del Cabo a El Cairo, la costa oriental de África con una población de 700 millones en total. Ahora bien, las barreras al comercio interregional pueden inhibir el crecimiento; dichas barreras incluyen asuntos de infraestructura y factores relacionados con las capacidades de producción de los muchos países que producen el mismo tipo de productos básicos para exportación. También hay lagunas en los sectores de sustitución de las importaciones. Subsiste la necesidad de reestructurar las capacidades de producción y crear las infraestructuras que apoyarán un determinado volumen de comercio de calidad y valor añadido.
En los asuntos Sur-Sur, Sudáfrica destina recursos de diplomacia comercial a mejorar el componente de valor añadido de su comercio. Por ejemplo, durante una reciente visita oficial a China, firmó un acuerdo completo de asociación estratégica a fin de realizar esfuerzos cooperativos que aumenten la proporción de productos con valor añadido en la canasta comercial. China declara su compromiso de trabajar con países africanos para invertir en la producción de nuevos productos. En cuanto al crecimiento del comercio Sur-Sur, mejorar la calidad del comercio e incorporar la integración regional en el cuadro siguen siendo asignaturas pendientes.
Versión editada de la intervención del Sr. Davies en el Foro Mundial para el Desarrollo de las Exportaciones 2010.