Hasta 1995, no había ningún acuerdo multilateral sobre los servicios, principalmente debido al desconocimiento del sector mismo.
Comienzos tardíos
Durante mucho tiempo, los economistas consideraron que no era posible comerciar servicios o – peor aún – que estos constituían una actividad no productiva, para la que no valía la pena definir políticas específicas. Los investigadores se concentraron en el estudio de las pautas de empleo del sector, o de los servicios como apoyo del sector manufac-turero, y pasaron por alto su contribución directa a la producción nacional y a los ingresos en divisas. La planificación estatal se concentró en el comercio de bienes, de manera que los órganos competentes terminaron por ignorar casi totalmente las actividades de los exportadores de servicios. Por su parte, los institutos estadísticos nacionales no acopiaron información detallada sobre el comercio de servicios.
En realidad, los servicios – en especial el transporte, los viajes y la financiación internacional – han sido por mucho tiempo un componente importante del sector comercial. No obstante, la mayoría de los responsables políticos estaban convencidos de que las corrientes comerciales eran poco significativas, se originaban casi en su totalidad en los países desarrollados o iban a crecer automáticamente a raíz de la liberalización del comercio de bienes.
Al no existir acuerdos que esclarecieran las reglas del juego, las empresas de servicios ampliaron por sí solas sus actividades internacionales, adaptándose y aprendiendo a gestionar su expansión, a pesar de las condiciones normativas imprevisibles y a menudo discriminatorias que debieron afrontar.
A finales de los años 1970, varias agrupaciones del sector privado del Reino Unido (British Invisibles) y los Estados Unidos (Coalition of Service Industries) empezaron a presionar a sus gobiernos para armonizar las condiciones de acceso a los mercados extranjeros. Esas primeras iniciativas redundaron en la inclusión de las transacciones internacionales de servicios en la Ronda Uruguay.
Reconocer el papel de los exportadores de servicios
Uno de los obstáculos a las discusiones multilaterales fue la falta de claridad en cuanto a las posibles formas del comercio de servicios. En el comercio de bienes, el concepto es relativamente simple: los productores de un país envían mercancías que cruzan la frontera hacia otro país.
En el ámbito de los servicios, la situación es más compleja: en muchos casos, el proveedor y el cliente se encuentran en un mismo país, como ocurre en el turismo. Esto implica que hay cuatro posibilidades de desplazamiento: el servicio pasa la frontera; el cliente pasa la frontera para recibir el servicio; el productor pasa la frontera para prestar el servicio por intermedio de un establecimiento comercial, o el productor pasa la frontera temporalmente para prestar el servicio. Por ello, el Acuerdo AGCS ha sido descrito como los cuatro «modos de suministro» del comercio de servicios (véase el recuadro).
Una de las peculiaridades del comercio de servicios reside en que muchos proveedores no tienen conciencia de que están exportando. Esto ocurre sobre todo cuando el servicio se consume en el extranjero (modo 2). Las empresas suelen captar divisas prestando servicios a empresas extranjeras residentes, a empresarios extranjeros temporalmente presentes en el mercado nacional o a las oficinas locales de organismos internacionales, actividades que no consideran como exportaciones. Por este motivo, y también debido a que los proveedores no declaran sus actividades de exportación, resulta difícil reunir estadísticas precisas al respecto. Así, los institutos estadísticos han comprendido que primeramente deben explicar a las empresas de servicios qué prestaciones se consideran como exportaciones.
Crece el comercio de servicios
Los servicios representan al menos el 20% del comercio mundial registrado, y de hecho son las actividades nacionales más importantes en casi todos los países. Algunos expertos creen que el sector abarcará el 50% del comercio mundial en 2020. La tasa de crecimiento anual de la partida «otros servicios» (que excluye el transporte y el turismo) ha sido de 9% desde 1995.
Según la OCDE y la OMC, el mercado mundial de los servicios alcanzó un valor de más de US$ 3 billones en 1998.
Cabe notar que los países en desarrollo han logrado incrementar su parte en el comercio de servicios (véase el cuadro adjunto). El crecimiento más rápido de estos países se ha registrado en la partida «otros servicios», con una tasa media anual de 14,3% (véase ídem). Éstos incluyen los servicios profesionales y las nuevas modalidades sustentadas en tecnologías como el diseño de sitios web, la administración de sitios y el comercio electrónico, inexistentes hace algunos años.
Ventajas para el sector empresarial
Análogamente al Acuerdo General sobre Aranceles Aduaneros y Comercio (GATT 1994), que reglamenta el comercio de bienes, el AGCS tiene por objeto aumentar el comercio de servicios, gracias a una mayor transparencia y previsibilidad. Se parte de la hipótesis de que, al ayudar a los exportadores a tomar decisiones bien fundadas y al intensificar la competencia internacional, el AGCS permitirá mejorar la calidad de los servicios, la competitividad de los precios y las innovaciones de prestación. A diferencia del GATT 1947, el AGCS no se limita a incluir compromisos específicos que impidan la aparición de nuevas restricciones al comercio, sino que prevé negociar periódicamente su liberalización progresiva.
El AGCS es un acuerdo reciente. El logro principal de la primera serie de compromisos consistió más bien en evitar el aumento del proteccionismo (compromisos de statu quo) que en lograr grandes avances en materia de liberalización.
El grado y la cobertura de los compromisos difieren considerablemente entre los Miembros. Con todo, ha habido importantes adelantos, como el abandono progresivo de los requisitos sobre el origen de los servicios o del acceso a los mercados en condiciones de reciprocidad (y no según el principio de la NMF).
Un adelanto significativo ha sido la atención prioritaria de que son objeto las políticas y reglas que pueden distorsionar el comercio de servicios. Por primera vez, se dispone de un mecanismo coordinado para obtener información sobre las normativas nacionales y su capacidad para restringir el acceso a los mercados o la regla del trato nacional. Gracias a los compromisos de liberalización, las empresas de servicios tendrán un acceso facilitado no sólo a los mercados de exportación, sino también a insumos importados más competitivos. Los países en desarrollo y en transición están hoy en mejores condiciones para sacar provecho de la transferencia tecnológica y la formación que aportan las empresas extranjeras establecidas en su territorio.
En general, el AGCS ha dado una mayor previsibilidad y certidumbre jurídica al entorno comercial. Los compromisos sirven para prevenir las intervenciones arbitrarias de los gobiernos. Aunque las restricciones no han desaparecido, sus efectos son hoy conocidos y predecibles. Además, los gobiernos que se desisten de los compromisos asumidos deben indemnizar a otros Miembros.
Segmentos propicios para países en desarrollo y economías en transición
Estos países pueden aspirar a competir eficazmente en todos los segmentos comprendidos en el AGCS. (El Acuerdo abarca los servicios de cualquier segmento, salvo los prestados por los poderes públicos. Los servicios se incluyen, sean o no comerciales e independientemente de que haya competencia nacional.) A efectos del debate y de la preparación de las listas, la Secretaría de la OMC ha repartido los servicios en 12 sectores (véase el recuadro de la página 28).
Entre los segmentos más propicios del momento figuran los siguientes:
• Servicios profesionales de calidad y bajo costo, como la arquitectura, consultores de ingeniería, estudios jurídicos y estudios de mercado.
• Especialidades profesionales relacionadas con las empresas de nuevo tipo, como, por ejemplo, el diseño sostenible, la contabilidad jurídica y las téc-nicas de acopio de información confidencial y contabilidad utilizadas por los juristas.
• Asistencia técnica a otros países en desarrollo, basada en la experiencia adquirida en la utilización de procesos de producción de tecnología media y baja, como la organización y el diseño industriales.
• Servicios basados en competencias culturales o lingüísticas, como los centros internacionales multilingües de atención de clientes.
• Servicios administrativos y de oficina de mayor valor añadido que la simple introducción de datos. Además de la captación y tratamiento de datos, incluyen la edición electrónica, diseño y administración de sitios web, centros de atención telefónica, gestión de expedientes médicos, reservaciones de hotel, autorización de tarjetas de crédito, telesecretariado, apoyo técnico en línea, preparación de índices y reseñas analíticas, redacción de investigaciones y estudios técnicos, y transcripción de textos técnicos. Los fabricantes practican cada vez más la subcontratación del diseño de productos, la gestión logística, la I+D y los servicios de apoyo a los clientes.
Hay sólo dos sectores poco favorables a las inversiones: los que requieren de grandes reservas de divisas, como los servicios financieros, los seguros y los reaseguros, y los que están controlados por carteles, como los circuitos de transporte.
Qué pueden hacer los gobiernos y organismos de asistencia técnica
• Desarrollar una infraestructura de comunicaciones de nivel mundial, para ofrecer a las empresas un acceso abordable a la internet y las telecomunicaciones internacionales.
• Ayudar a las empresas a adaptarse al comercio electrónico.
• Crear condiciones que hagan posible el perfeccionamiento profesional continuo y una progresión técnica a la par con los últimos adelantos.
• Respaldar los esfuerzos por alcanzar y superar los niveles internacionales de calidad de los servicios.
• Facilitar los viajes profesionales al mayor número posible de mercados extranjeros, eliminando las restricciones administrativas.
• Movilizar una variedad de entidades que apoyan financieramente la exportación de servicios, para desarrollar este sector.
• Asegurar que se disponga del personal calificado.
Estrategias de competitividad
Las autoridades y las asociaciones sectoriales deberían encontrar los medios para unir fuerzas y concebir estrategias nacio-nales para mejorar la competitividad y fomentar la exportación de servicios. A continuación, se esbozan cuatro tipos de estrategias de competitividad representativas del potencial del sector de servicios en los países en desarrollo y en transición.
Competencia de costos. Barbados fue uno de los primeros países que lograron atraer actividades de procesamiento de datos para servicios administrativos. En particular, consiguió prestar servicios a American Airlines por intermedio de una empresa que hoy emplea a más de 1.100 personas y que ha conseguido otros contratos con más de diez grandes compañías de los Estados Unidos, Barbados se ha diversificado, abarcando diversas especialidades de la introducción de datos y los servicios administrativos auxiliares, en las que impera una fuerte competencia de costos: procesamiento de solicitudes de tarjetas de crédito; tratamiento de pedidos en la venta por correo; tratamiento de solicitudes de indemnización; apoyo jurídico; transcripción de expedientes médicos; composición y otras tareas de preimpresión; procesamiento de tarjetas de garantía y reclamaciones, y diseño con computadoras.
Otros países con una fuerza de trabajo calificada y costos laborales más bajos, como China y Viet Nam, están disputando las partes de mercado de Barbados.
Comercialización de competencias profesionales. Tras la privatización de la gestión de los fondos de pensión en Chile, los servicios financieros de este país alcanzaron un alto grado des especialización y éxito. Hoy, exportan su capacidad de gestión en este campo a otros países de América Latina. Los técnicos de Uganda están exportando a países vecinos, con buenos resultados, sus conocimientos técnicos en la gestión del suministro de agua. China ha perfec-cionado una estrategia que consiste en obtener asistencia técnica de países desarrollados, para luego adaptarla y reexportarla a otros países en desarrollo.
Comercialización de la capacidad excedente. Cuba ha logrado atraer una parte del llamado «turismo de salud», aprovechando su capacidad de atención excedente y la prestación de cuidados de calidad a precios muy razonables. Para ello combina una oferta de turismo con servicios de atención médica (como exámenes generales o tratamientos especializados).
Promover la implantación de un sector de servicios. Uno de los casos más ejemplares es la expansión del sector de programas informáticos de la India. Prácticamente ausente del mercado internacional en los años 80, este sector provee cerca del 12% de los programas personalizados del mercado mundial. Las exportaciones de programas indios pasaron de menos de US$ 5 millones en 1980 a más de US$ 700 millones en 1996, y a un valor estimado de US$ 1.000 millones en 1998. En los últimos diez años, los ingresos en concepto de exportaciones crecieron a un ritmo de 54% anual, mientras que la tasa anual de aumento de las ventas nacionales fue de 33%. Más de 600 empresas participan en diversas actividades de introducción de datos y personalización de programas. Este éxito formidable obedece a la existencia de un abundante contingente de programadores y analistas con formación universitaria, bien calificados, y a la aplicación rigurosa de normas de calidad internacionales.
Otro aspecto notable de la informática india es la creación de un número considerable de puestos de trabajo bien pagados y estimulantes. Muchos países en desarrollo y en transición sufren una «fuga de cerebros». Los empleos en los servicios suelen ser calificados o altamente especializados, y atraen precisamente al tipo de profesionales que suelen emigrar en busca de trabajo.
Qué pueden hacer las asociaciones sectoriales
En los países en desarrollo y en la economías en transición, pueden desempeñar un papel importante, ayudando a sus gobiernos a comprender la función que cumplen las exportaciones de servicios en las economías nacionales. Las autoridades no deberían olvidar que muchos países Miembros tienen dificultades para seguir la evolución de todos los temas de la OMC, sobre todo cuando disponen de delegaciones reducidas en Ginebra. Asimismo, el comercio de servicios plantea algunos problemas específicos, a raíz de la falta de estadísticas comerciales y análisis de fondo en el momento oportuno.
Las asociaciones sectoriales de los países en desarrollo y en transición disponen al menos de cuatro vías de cooperación con las autoridades para influir en la liberalización del comercio de servicios:
Dar a conocer la contribución de las exportaciones de servicios a la economía. A pesar del intenso debate en el marco de la Ronda Uruguay, desde hace 14 años, sigue siendo corriente que los encargados comerciales del Estado desconozcan la contribución que los servicios aportan a sus economías respectivas. Para corregir este déficit, se podría difundir las experiencias exitosas de exportación de servicios, alentar a las asociaciones sectoriales a recolectar y divulgar datos sobre las exportaciones de sus miembros y preparar documentos informativos destinados a los funcionarios competentes.
Contribuir a la publicación de listas completas y tan liberales como sea posible. Algunos países en desarrollo y en transición han propuesto listas muy ambiciosas y abiertas, pero muchos no han seguido esta tendencia. Dos tercios de los que son Miembros de la OMC han asumido compromisos en sólo la mitad de los sectores principales. El sector privado puede estimular el proceso de liberalización de sus países, esforzándose por lograr que:
• Establezcan listas en todos los sectores, aunque sean limitadas.
• Las limitaciones incluidas sean estrictamente necesarias y aceptadas por la empresa privada.
• Se incluyan en las listas todas las normas nacionales que afectan el comercio, tanto a nivel nacional como federal.
Recomendar medidas de asistencia técnica para el personal estatal que la necesite. Algunos organismos interguberna-mentales han intensificado su asistencia a los países en desarrollo y en transición.
Entre los programas más solicitados figuran los siguientes:
• Capacitación en políticas de comercio de servicios para funcionarios de las entidades competentes, y también de inmigración y Hacienda.
• Modernización de las estadísticas sobre el comercio de servicios.
• Aumento de la participación de los proveedores de servicios de países en desarrollo y en transición en proyectos financiados por organizaciones internacionales.
• Modernización de las telecomunicaciones y del
acceso a la internet.
• Creación y funcionamiento de servicios de información, y establecimiento de un inventario completo de las normas nacionales y federales sobre el comercio de servicios.
Conquistar posiciones de fuerza en las actuales negociaciones sobre los servicios. Las empresas pueden hacer aportes a la planificación de las políticas pertinentes, como, por ejemplo:
• Promover una iniciativa conjunta de los sectores público y privado para evaluar el impacto (positivo o negativo) de la liberalización del comercio de servicios.
• Asegurar que se adopte un enfoque nacional bien fundamentado.
• Entablar con los servicios de inmigración un diálogo pragmático sobre los viajes empresariales, a fin de estimular las negociaciones bilaterales sobre visados y clarificar las prioridades en la materia.
• Determinar qué segmentos deberían ser objeto de medidas prioritarias de apertura, y seleccionar los mercados más interesantes (sobre la base del compromiso asumido por los países desarrollados de responder a las necesidades de los sectores prioritarios de los países en desarrollo y en transición).
• Convencer a los funcionarios de que la liberalización de los intercambios beneficiará a las empresas de servicios.
Otras informaciones sobre el AGCS en la internet
INFO-POINT de la Comisión Europea
AGCS: Telecomunicaciones básicas
AGCS: Diferencias sometidas a la OMC
AGCS: Servicios financieros
AGCS: Texto jurídico
AGCS: Listas de compromisos específicos por país
Centro de Comercio Internacional
International Trade Law Monitor
Repertorio Trade, de la OCDE
Trade Representative, de los Estados Unidos
International Trade Commission, de los Estados Unidos
Groupo del Banco Mundial
Trade and Development Centre, Banco Mundial/OMC
OMC: Contratación pública
OMC: Propiedad Intelectual
OMC: Textos jurídicos
OMC: Lista de Miembros
OMC: Anuncios de contratos y adjudicaciones
Dorothy Riddle es Consultora en Exportación de Servicios del CCI e-mail: .