Durante los últimos 30 años, los Gobiernos sucesivos de Nueva Zelandia han introducido estrategias encaminadas a superar las desventajas naturales del país en materia de comercio. Entre dichas iniciativas figuraban medidas públicas, como las comisiones oficiales de fomento de las exportaciones, los subsidios a la exportación financiados con impuestos y el apoyo a la creación de capacidades. Inicialmente, dichas estrategias se inspiraban en la idea de que las empresas privadas que concentraban sus ventas en el mercado nacional protegido necesitaban el respaldo del Estado para lanzarse a exportar. En ese período, la red de apoyo comercial integró aspectos de la actividad pública y privada en:
• el desarrollo de las capacidades nacionales, a cargo de organismos con financiación pública especializados en el desarrollo de empresas, y en particular de un banco de desarrollo y de una comisión regional de fomento empresarial, y
• el respaldo a las actividades comerciales en el extranjero, a cargo de Trade New Zealand, entidad estatal conocida entonces como Tradenz.
Los vínculos entre estas dos ramas de la red de apoyo comercial eran esencialmente oficiosos. No obstante, hubo un sector clave para el que se creó una estructura formal, en la que se conectaban el desarrollo nacional y el apoyo al comercio exterior. Asociada con el sector privado, Tradenz constituyó los Grupos de Acción Conjunta (GAC) para respaldar a empresas agrupadas en sectores de exportación. Por otra parte, para promover las economías de escala, el rigor en la gestión empresarial y las estrategias de comercialización, Tradenz empezó a desarrollar las Hard Business Networks, agrupaciones más flexibles de empresas exportadoras constituidas para abordar oportunidades de negocio específicas. También estimuló la formación de agrupaciones de empresas, incluidos sus proveedores, en torno a algunos exportadores especializados.
La red se desintegra
A mediados de los años 1980, Nueva Zelandia adoptó una política económica más centrada en el mercado, que se tradujo en medidas de privatización, desreglamentación y supresión de los subsidios. Trade New Zealand puso fin a sus actividades de fomento empresarial para concentrarse exclusivamente en el apoyo al comercio. Si bien algunos GAC habían logrado mejorar las exportaciones de su sector, en otros casos las actividades de exportación eran escasas y Trade New Zealand se limitaba a financiar un apoyo administrativo.
Paralelamente, pero por otros motivos, las comisiones regionales de fomento empresarial cesaron sus actividades. Se creó así un déficit de servicios de desarrollo empresarial que, según algunas opiniones, podría ser colmado por consultores del sector privado. Desgraciadamente, los consultores no se ocuparon de las pequeñas empresas, que siguen siendo mayoritarias en Nueva Zelandia. Éstas no pudieron lograr economías de escala para conseguir que los grandes consultores redujeran sus precios a niveles al alcance de las PYME. Individualmente, las pequeñas empresas no podían costear los servicios de consultoría, especialmente en un contexto de rentabilidad reducida debido a la mayor competencia en el mercado nacional y a la fortaleza de la moneda nacional que castigaba las utilidades de las exportaciones. La posibilidad de convertir en exportadores a las empresas más jóvenes y pequeñas no se materializó, pues la exportación era vista a la vez como difícil y cara por las empresas orientadas hacia el mercado nacional.
Colmar la brecha
En 2001, el Gobierno creó un nuevo organismo de fomento, Industry New Zealand (INZ), para dar respaldo al desarrollo de competencias de gestión de empresa, a las industrias y sectores de alto crecimiento y a las agrupaciones para la exportación. El Gobierno también ha puesto en práctica y alentado un cierto grado de coordinación oficial, a nivel de dirección, de las estrategias y actividades de sus organismos de fomento empresarial y apoyo al comercio. INZ y las empresas clientes han establecido foros de coordinación de actividades y una entidad de desarrollo tecnológico, Technology NZ, para prestar un servicio integrado. Cada miembro de la red de apoyo comercial tiene una función o especialidad concreta, como el desarrollo de capacidades de gestión, el avance tecnológico o el apoyo al comercio. Cuando las actividades coinciden, por ejemplo, el apoyo a determinados sectores o la captación de inversiones en las distintas etapas del ciclo de vida de la empresa, las funciones se clarifican en conversaciones que dan origen a lo que podría denominarse un “equipo virtual” de promoción del comercio.
Michael Hannah es Director de Relaciones y Políticas Públicas, Oficina del Jefe Ejecutivo, Comisión de Desarrollo Comercial de Nueva Zelandia (). Las opiniones vertidas en este artículo son del autor, y no coinciden necesariamente con las de Tradenz. La versión completa figura en el sitio web del CCI.