En octubre de 2003, el Ministerio de Comercio pidió ayuda al ITC para desarrollar las exportaciones de jengibre tras descubrir las posibilidades de exportación de este último en el mercado indio de aceites esenciales. Entonces, el ITC diseñó un programa para ofrecer trabajo e ingresos a más de 9.000 agricultores de subsistencia y, en particular, a las agricultoras que representan más del 60% de la mano de obra agrícola de Sierra Leona. Con miras a maximizar los impactos del desarrollo socioeconómico a largo plazo, el ITC también ayudó a crear cooperativas.
A título experimental, en 2006, Sierra Leona exportó 4 toneladas de jengibre y esa fue la primera vez que volvía a hacerlo desde 1984. A fines de 2007, había logrado exportar otras 80 toneladas de jengibre seco. Para garantizar que los exportadores recibieran el mejor precio, ese mismo año, el ITC financió pruebas de control de calidad que confirmaron que el jengibre era de buena calidad, no contenía aflatoxinas y cumplía con las normas de la Asociación Europea de Especias.
Hasta la fecha, en el marco del proyecto se crearon 150 empleos de procesador y 30 empleos de capataz, cargador, transportista y otros. Además, el proyecto generó ingresos para el Estado, gracias al aumento de las exportaciones y las consiguientes tarifas portuarias.